TELETRABAJO Y CONCILIACIÓN FAMILIAR:¿Es una medida favorecedora para las mujeres?

El teletrabajo se crea como una medida para poder conciliar la vida laboral y familiar. Esta modalidad nos permite trabajar desde casa y es una opción para poder compaginar el empleo y, al mismo tiempo, disfrutar de la familia, el tiempo libre, etc. No obstante, hay que organizarse bien en el mismo, ya que si no se administra de la forma correcta conlleva a situaciones de estrés.

Podemos decir que dicha modalidad es demandada mayoritariamente por las mujeres en España. Se piensa que el hecho de poder llevar a cabo el trabajo desde sus casas permite una mejor organización en las tareas domésticas, así como en las del cuidado.

Pero, ¿por qué lo piden mayoritariamente las mujeres? Esta petición conlleva a que se siga catalogando a las mujeres como las responsables del hogar. Por el hecho de que, históricamente, son ellas las que realizan las funciones del hogar y del cuidado, han de mediar y buscar soluciones para poder compaginarlas con el empleo.

En la crisis mundial que estamos viviendo por el COVID-19, numerosas personas están ejerciendo actualmente la modalidad del teletrabajo, ya que se tiene que respetar el confinamiento por el bien de todas y todos y, al mismo tiempo, hay que seguir trabajando.

Como dicha medida ha tenido que ser impuesta dadas las circunstancias, queremos reflexionar sobre cómo se está llevando a cabo y qué piensan las mujeres.

Para ello, resaltamos la siguiente imagen relacionada con el tema, la cual ha llegado a ser bastante famosa en las redes sociales. Como podemos observar, en ella se expone las posibles respuestas a las cuestiones que podrían plantearle sus familiares.

Imagen extraída de: http://www.laizquierdadiario.com/Mama-esta-en-una-reunion-doble-jornada-laboral-en-casa

Esta ilustración nos lleva a la consideración de que son las mujeres quienes tienen las principales funciones del hogar y las tareas de los cuidados. Esta realidad es la que está sufriendo muchas mujeres hoy en día, ya que están teletrabajando y, a su vez, cuidando y ejerciendo las tareas del hogar.

Por lo que creemos que el teletrabajo, teniendo en cuenta estas consideraciones, no sería una medida favorecedora para las mujeres. Sabemos que la conciliación se le atribuye mayoritariamente al sector femenino y, por ello, dicha medida que se supone que es para su favorecimiento, lo que hace es, a nuestro entender, perjudicar más la situación.

Ahora bien, por lo que respecta a las políticas de conciliación, se considera esta modalidad como una de ellas. Podemos verlo que se trata tanto en la normativa andaluza con la Ley 9/2018, de 8 de octubre, la cual modifica a la Ley 12/2007, de 26 de noviembre, para la promoción de la igualdad de género en Andalucía, concretamente, en su artículo 39 como una medida de conciliación laboral, así como también lo podemos ver señalado en plan de igualdad y oportunidades 2017-2021 en el objetivo específico 1.6, como una actuación de conciliación.

Aunque este no sea el caso porque actualmente tanto mujeres como hombres están trabajando de esta forma porque así tiene que ser para evitar el contagio (eso sí, aquellas personas que realizan servicios esenciales no pueden optar a esta opción), sabemos que, como anteriormente comentábamos, existe un mayor porcentaje de demanda por parte de las mujeres para esta modalidad de trabajo. Por ello, creemos que el teletrabajo considerado como estrategia de conciliación hace que se ahonden más en la idea de que a las mujeres le corresponde el rol de los cuidados y del hogar.

Pensamos que el tiempo que se destina a los cuidados y al hogar debería ser equitativo entre mujeres y hombres, de modo que todas y todos contribuyamos por igual, aunque en eso de la medida suponga un reto difícil ¿Qué pensáis al respecto?

Espero que os haya gustado dicha aportación.

Fuentes consultadas:

OTRAS MUJERES INVISIBILIZADAS: “Las trabajadoras del medio rural”

La participación laboral femenina está condicionada por una serie de múltiples factores que influyen de manera notable en el impulso de esta en el mercado de trabajo. Dichos factores hacen referencia a los condicionantes económicos, políticos y socioculturales que, al mismo tiempo, confluyen con las circunstancias presentes que se tengan personalmente, tales como la edad, la responsabilidad familiar, la formación académica, el estatus socioeconómico, etc.

Si nos parásemos a reflexionar sobre el papel que juegan las mujeres que trabajan en el campo, podemos comprobar cómo el éxito de las mismas en estas actividades brilla por su ausencia.

Las mujeres rurales asumen una doble función, por un lado, el rol tradicional del trabajo reproductivo social y, por otra parte, el servicio al sector que nos dedicamos. Con esto queremos decir que, además de que se dedican al trabajo en la tierra, también tienen su peso en los hogares con la función del trabajo doméstico.

Su trabajo está invisibilizado debido a que la propiedad de la tierra pertenece a los hombres. Son ellos los titulares, mientras que las mujeres aparecen como cónyuges en la categoría de ayuda familiar, tal y como viene explicado en el escrito. No obstante, estas mujeres trabajan de igual forma, aunque no disponen del poder tomar decisiones en este trabajo.

Dada la dificultad para la cotización y el derecho al acceso de prestaciones por parte de las mujeres rurales, se creó en 2011 una Ley de titularidad compartida. No obstante, esta es aplicada por petición de las familias.

Las condiciones de vida que tienen estas mujeres hacen que se replanteen mejorarlas y, por ello, muchas de ellas deciden exiliarse a la ciudad. Sin embargo, otras se resisten a este cambio y se disponen a emprender en este mundo.

No obstante, estas mujeres se encuentran con las mismas dificultades que las mujeres de las zonas urbanas también en este emprendimiento. Estas cuentan con desigualdades y limitaciones.

Podemos decir que la situación de vulnerabilidad también impera en ello, ya que existen barreras, tales como la financiación, que les dificulta su trabajo. En la noticia destacada, hemos recogido que se rechazan más préstamos a las empresas dirigidas por mujeres que por hombres. En nuestra opinión, nos parece meramente indignante estas desigualdades por razón de sexo con respecto a la concesión de préstamos en el mercado de trabajo.

En definitiva, consideramos que el trabajo del sector primario, aunque esté masculinizado y envejecido, supone un papel importante para nuestro país. Por ello, se debería visibilizar el trabajo que hacen las mujeres rurales, así como erradicar las limitaciones que se les presentan para dedicarse a ello. Tal y como el propio titular indica, “las mujeres tienen un gran papel en el devenir de la España rural”. Por lo que se deben asegurar los mismos derechos y las mismas oportunidades de trabajo.

A nuestro entender, todavía hay mucho por hacer y solventar con respecto a estas situaciones desigualitarias.

Espero que os haya gustado esta aportación en el blog y haya sido de vuestro interés.

Os dejo el enlace utilizado: Fedriani, Irene. (4demarzode2020). El éxodo de las mujeres pone en peligro el futuro de la España rural. Noticias. Economía. RTVE. Recuperado de: https://www.rtve.es/noticias/20200304/mujeres-rurales-se-reivindican-espana-vaciada/2005126.shtml

ECONOMÍA FEMINISTA Y ECOFEMINISMO: “Estrategias alternativas para afrontar las crisis”

Imagen extraída de: https://www.intered.org/pedagogiadeloscuidados/es/marco-teorico/

Dos son las preocupaciones que seguimos teniendo hoy en día referido a los temas sobre igualdad entre mujeres y hombres y el medio ambiente. Esta entrada en el blog se va a basar en el tratamiento de conceptos, aclarando el origen de ambos términos, así como resaltando la unión que prevalece en los mismos.

Por un lado, el surgimiento de la economía feminista se establece en base a la influencia de la teoría feminista, tal y como hemos podido comprobar en la documentación que hemos trabajado de la asignatura. A su vez, añadimos al respecto que esta consiste en una nueva economía que tiene como eje central la vida de las personas o, mejor dicho, las condiciones de vida de todas y todos.

Por otra parte, el concepto de ecofeminismo podría definirse como aquella corriente del movimiento feminista que pone su foco de atención en la preocupación por el medio ambiente y a la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres y en contra del sistema patriarcal y capitalista.

Y, supongo que se preguntareis, ¿por qué surge este último vocablo y qué influencia quiere tener en la economía? Pues bien, nos hemos servido de Yayo Herrero, antropóloga, ingeniera y activista ecofeminista, para poder comprender la unión entre economía y ecofeminismo, así como la lucha llevada a cabo por las personas para proteger, así como mejorar las condiciones de nuestra madre Tierra.

Una de las aportaciones que podemos destacar sobre la confluencia entre la ecología y el feminismo por parte de Yayo Herrera se basa en la reflexión sobre la sostenibilidad humana, la cual tiene su dependencia con los bienes de la naturaleza.

En su artículo sobre “Economía feminista y economía ecológica, el diálogo necesario y urgente”, nos hace ver la fundamentación del ecofeminismo, desde la aportación de la economía feminista a través del análisis del término sostenibilidad de la vida.

En este documento, se destaca la función de la economía feminista en el tratamiento sobre los trabajos que garantizan la reproducción de la vida y en la desigualdad económica en cuanto a la subordinación de las mujeres.

Para Yayo Herrera la economía feminista y la economía ecológica suponen dos paradigmas con necesidad de diálogo. Este requisito que propone la autora se fundamenta con la argumentación de que la economía ecológica no contempla los diversos temas sobre las desigualdades desde la perspectiva de género.

Por ello, Yayo Herrero propone el diálogo entre la economía ecológica y la economía feminista en base a dar respuestas sobre la sostenibilidad de la vida humana. Mediante esta unión, se puede hacer factible la construcción de distintas herramientas analíticas que harán complementarse, así como enriquecerse la una a la otra.

Por consiguiente, Yayo Herrera establece dicha conexión en torno al metabolismo social y también a la sostenibilidad, como anteriormente comentábamos. Sobre este último, explica que, desde la visión de la economía feminista,

el enfoque de la sostenibilidad de la vida permite dar cuenta de la profunda relación entre lo económico y lo social, que sitúa a la economía desde una perspectiva diferente, que considera la estrecha interrelación entre las diversas dimensiones de la dependencia y, en definitiva, que plantea como prioridad las condiciones de vida de todas las personas. (Yayo Herrera, 2016, p. 157).

En definitiva, Yayo Herrera nos enseña que por parte del ecofeminismo se tiene por prioridad revertir la guerra contra la vida, contra la tierra que es la que nos sostiene, así como contra las personas y los lazos que tiene que haber entre las mismas. Por lo que la gran estrategia que se propone es la de la cooperación, de forma que centra su atención en establecer las relaciones necesarias y los vínculos en torno al declive del cambio climático.

Espero que les haya gustado esta entrada al blog, así como también que les haya suscitado interés.

Os señalo las referencias bibliográficas de las que me he servido para poder llevar a cabo la reflexión sobre economía feminista y ecofeminismo: