Venimos hablando desde algún tiempo atrás sobre la importancia de contar con medidas de acciones positivas, las cuales consisten en la eliminación de toda discriminación que atente contra un grupo de personas, en nuestro caso lo centramos en las mujeres. Dichas medidas se oponen a las acciones que no permiten que las mujeres disfruten en igualdad de los derechos sociales, por ello, el principal fin es que los hombres y mujeres tengan los mismos derechos y oportunidades en todos los ámbitos de la vida, tanto social, laboral, económicamente, como en la política y la cultura.
Cabe resaltar que España, cuenta con una ley que lucha por la igualdad efectiva entre los hombres y las mujeres, concretamente la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo. En la que se dicta, que el Estado debe luchar para promover y garantizar la igualdad efectiva entre las personas, indistintamente de su género o sexo, adoptando medidas de acciones positivas temporales si fuese necesario, cuyo fin sea acelerar justamente la paridad entre los sexos y erradicar las distinciones. Del mismo modo, se hace hincapié dentro de esta misma ley en el artículo 9.2, donde se consagra la obligación de los poderes públicos de promover las condiciones para que la igualdad de los/as individuos/as y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas, y cito textual:
“La Ley se refiere a la generalidad de las políticas públicas en España, tanto estatales como autonómicas y locales. Y lo hace al amparo de la atribución constitucional al Estado de la competencia para la regulación de las condiciones básicas que garanticen la igualdad de todos los españoles y las españolas en el ejercicio de los derechos constitucionales, aunque contiene una regulación más detallada en aquellos ámbitos de competencia, básica o legislativa plena, del Estado”
Por tanto, esta ley nos esclarece que toda persona que atente contra las mujeres de forma discriminatoria y desigual, debe recibir una pena por incumplir las normas españolas; algo muy positivo para los/as ciudadanos/as de esta nación. Pero, ¿realmente esto es así?
Pues ya podemos decir que NO. Un claro ejemplo de que esto que venimos hablando no se cumple, lo hemos podido ver en una noticia en la que ha saltado las alarmas sobre un pleno político, en el periódico La Vanguardia, hace apenas un día (el cual os invito a ver: https://www.lavanguardia.com/politica/20210409/6638440/vox-psoe-congreso-sandra-guaita-senora-presidente.html).
En dicho cometido, podemos ver como la presidenta de la cámara, cede la palabra a un diputado de vox, haciendo uso de un lenguaje exclusivo erróneo refiriéndose a dicho diputado como “Señor diputada”. Este representante de Vox, le corrigió de forma despectiva su forma de hablar, preguntándole si el lenguaje que esta había utilizado era consciente o inconscientemente, reclamándole con un “Señora presidente” en vez de señora presidenta. Esta lo había utilizado como arma de doble filo, consciente, ya que principalmente los participantes del grupo político de Vox, hacen un uso de lenguaje que excluye a las mujeres, quedando una clara evidencia en su intervención, pero también, sobre todo lo que esté fuera del binarismo o norma heterosexista masculina. Por tanto os planteo, ¿cómo vamos a luchar y a consolidar medidas de acciones positivas si desde las bases de la política esto se está incumpliendo y no se penaliza?
En esta sociedad que todavía se mueve en gran parte por la jerarquización de los poderes, podemos ver como personas que socialmente ocupan posiciones de altos cargos y representaciones sociales de todos/as los/as ciudadanos/as atentan continuamente contra el derecho igualitario entre los hombres y las mujeres, por lo que como sociedad no podemos permitir este tipo de comentarios que deberían ser sancionados mínimo disciplinariamente retirándole de sus labores. Gente que obten a representarnos, que no prediquen con el ejemplo, usen ese vocabulario y tengan esa discriminación hacia las mujeres nos deja más que claro el patriarcado en el que vivimos, y que muchos quieren seguir viviendo. Pero además, también dice mucho de nosotros y nosotras como país, que dejamos que esa gente postule a presidir un gobierno con esos ideales heteronormativos, machistas, excluyentes, homofóbicos…
Referencias bibliográficas:
- Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo. Recuperado de: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2007-6115
- La Vanguardia (2021). Choque entre un diputado de Vox y una del PSOE por un «señora presidente» Recuperado de: https://www.lavanguardia.com/politica/20210409/6638440/vox-psoe-congreso-sandra-guaita-senora-presidente.html