Como se ha estado analizando durante los módulos en clase, la brecha de género sigue siendo un problema en la sociedad. Las diferencias en los datos que recogen organismos como el INE, nos muestran la gran diferencia que sigue existiendo en el mercado laboral entre hombres y mujeres.
A pesar del intento que se realiza mediante entidades y organismos públicos para rebajar la brecha en las cifras, existen variables que condicionan y dificultan esta labor social. Una de las variables que impiden reducir estos datos es la de la discapacidad. Cuando se es mujer y discapacitada la brecha se multiplica. La condición de mujeres en el mercado laboral expresa las dificultades que tiene estas para la aceptación y la regularización por igual. Pero cuando estas mujeres se caracterizan por tener capacidades diferentes, las dificultades se disparan.
La web del Observatorio de RRHH (ORH) ha elaborado un informe donde contempla el beneficio económico que supone la actividad laboral de estas mujeres. Se registra una cifra de entorno a los nueve millones de euros. A pesar de suponer una gran cantidad de beneficios tanto sociales, como económicos, «las mujeres con discapacidad reconocida son el colectivo peor remunerado […] lo que supone que ganan un 15,9% menos que los hombres con discapacidad´´ (ORH, 2021).
La web recoge el informe elaborado por ClosinGap, con la participación del Grupo Social ONCE. En él las empresas estudian y analizan la situación de la brecha de género y la situación de las mujeres en el mercado laboral. En el informe al que se alude, se habla sobre la situación de las mujeres con discapacidad. Las conclusiones extraídas del informe trascienden al ámbito social y de bienestar ya que, como se observa en la Tabla 1, las consecuencias afectan al ámbito personal, por ejemplo, sufriendo dependencia económica o disminución de las oportunidades a nivel social como, por ejemplo, renuncia a la posible diversidad o talento. En el informe se concluye, entre otras cosas, que «la brecha en la tasa de actividad depende más de la condición de discapacidad que de la condición de mujer´´ (ClosinGap, 2021).
Por tanto, y tras el desglose del informe, la desigualdad y la falta de diversidad es clara. Al igual que para reducir la brecha de género se plantea la duda de donde poner el foco si en la educación o en la norma, ¿Dónde cabría poner el foco para reducir esta discriminación? ¿Sería más fácil la aceptación de la mujer por igual? O ¿De las personas con discapacidad y posteriormente de las mujeres de dicho colectivo?
La labor de esta inserción no depende exclusivamente de los centros especiales de empleo, si no del conjunto de la sociedad. Además, y para concluir, es necesario narrar brevemente la situación que se vive en las empresas ya que, aquellas que no clasifican como centros especiales de empleo contratan a personas de dicho colectivo para recibir las subvenciones y ayudas del estado, por lo que de esta manera, el interés es diferentes, dejando a un lado la aceptación de la diversidad.
REFERENCIAS
Observatorio de RRHH (2021). La participación de las mujeres con discapacidad en el mercado laboral supondría casi 9.000 millones de euros adicionales a la economía. ORH https://www.observatoriorh.com/orh-posts/la-participacion-de-las-mujeres-con-discapacidad-en-el-mercado-laboral-supondria-casi-9-000-millones-de-euros-adicionales-a-la-economia.html
ClosinGap (2021). Coste de oportunidad de la brecha de género en la discapacidad. Informe 11 ClosinGap. https://closingap.com/wp content/uploads/2021/06/Informe_brecha_discapacidad.pdf