Mercado: Belleza y Juventud.

El cuerpo y la sexualidad de la mujer son el objeto y la satisfacción del deseo dominante,  no ya de su propio deseo sino del deseo de y para los otros, su cuerpo es objetivado y todos los esfuerzos para mantenerlo en la más pura y joven belleza es el intento de atraer, mantener la atracción al sexo opuesto, y con ello, colocarse en el centro de la atención masculina.

Ser deseada, apetecible, joven eterna, esbelta, senos pronunciados, labios sensuales, caderas moduladas, belleza plena.
El mercado se nos presenta como el vendedor, por excelencia, de los sueños y anhelos humanos, especialmente de lo femenino; espacio simbólico donde el deseo de lo imposible no conoce límites. Uno de los mecanismos legitimadores de modelos sociales que aseguran la “aceptación y el éxito social”.

No hay mujer fea, sino aquella que no tiene dinero, con esta máxima lógica del mercado consumista que nos mueve para seguir buscando la belleza y la perfección como sinónimo de triunfo en la vida, cueste lo que cueste.

Podemos hablar de enormes industrias que aglomeran una diversidad de sectores económicos, conectados entre sí por intereses comerciales pero también por los mitos actuales de belleza que todos ellos promueven, y de los cuales se lucran. Por diversos que parezcan, todos los sectores de esta industria se articulan en torno al eje común que es la imagen corporal de la mujer: el maquillaje, las modas, el cuidado del pelo, los perfumes, las dietas, los gimnasios, los alimentos dietéticos, los medicamentos para rebajar, las cirugías estéticas, la dermatología, etc.

De las empresas de mayor expansión a nivel mundial de la industria de cosmetología y perfumería se encuentran:

L´Oréal, con ventas anuales de 2009 de 17.473 millones de euros, frente a los 17.542 millones obtenidos en 2008 (BS Market) .

UNILEVER, la compañía anglo holandesa de productos de consumo e higiene personal concluyó 2010 con un beneficio neto atribuido de 4.244 millones de euros, lo que supone un 26% más en comparación con los 3.370 millones de euros que ganó en 2009 (Invertia).

AVON iniciativa estadounidense, es una empresa con cualidades distinta de las otras con ingresos anuales de más de 6 mil millones de dólares, cuenta con un buen posicionamiento global al tener un sistema de ventas de puerta en puerta, en este caso a través de mujeres en un rango de edad de 30 a 58 años, estas “trabajadoras” no tienen prestaciones, solo las comisiones que generan a través de sus ventas, así que al contar con trabajadoras de este tipo, evaden impuestos y tienen mayores utilidades.

Las cirugías estéticas es otro sector de esta industria, continuamente nos bombardean con imágenes que nos muestran una figura perfecta, un cuerpo perfecto, y como nos dicen que no somos esas muñecas de aparador sin ninguna imperfección, las cirugías crean esa perfección, mediante ese mito de la belleza se sigue construyendo una feminidad sometida

Muestra de ello son las cifras publicadas en enero del 2011 por la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética, por sus siglas en español, (ISAPS) llevada a cabo en 25 países del mundo (Cerqueiro, 2011). De los cuales, ocupa EEUU el primer puesto, seguido por China, Brasil, India, México, Japón, Corea del Sur, Alemania y Turquía, alcanzando España la décima posición. Según el estudio, entre los procedimientos quirúrgicos más demandados a nivel global eran la liposucción 18,8% seguida por el aumento mamario 17%, blefaroplastia (párpados) 13,5%, rinoplastia (nariz) 9,4% y abdominoplastia (corrección de abdomen) 7,3%, realizados, en su mayoría por mujeres.

Y asi las mujeres somos un negocio en todo la extensión de la palabra, un negocio para el mercado, para el sistema y han encontrado en la belleza una forma de control, tratar de conseguir esa belleza perfecta es un imposible y nos llevamos la vida en ello.

¿¿Expectativas sociales??

Sabemos que el hecho de nacer con un determinado sexo nos condiciona automáticamente a vivir el resto de nuestras vidas bajo la asignación a un género determinado, masculino o femenino.

Mi crítica en este caso la quiero basar en la doble, triple, … o múltiple discriminación hacia la mujer. El hecho de hacer mujer nos asocia a lo privado, a los cuidados; el hombre, sin embargo, desde toda la historia ha sido el único considerado bueno para todo lo relacionado con el mundo exterior y relaciones públicas. Ya por ahí comenzamos con la discriminación, discriminación por obligar a la mitad de la humanidad a ser reclusa en su hogar. Pero no sólo a estar en la esfera privada, sino todo lo que ello conlleva. Cuidados tras cuidados, un no parar en todo el día, día tras día, y una dependencia económica del sustentador de la casa, una dependencia que despliega un enorme control y poder.

Poco a poco, las mujeres con luchas y uniendo esfuerzos han ido consiguiendo a través de reivindicaciones ir teniendo cabida en el ámbito público e ir saliendo de la esfera a ellas atribuida.

A pesar de ello hay colectivos (compuestos por hombre y mujeres) que son considerados inferiores, bien por sus cualidades físicas como personales. Me estoy refiriendo a personas con algún tipo de minusvalía y a personas homosexuales. Son personas mal vistas por la sociedad, personas que tienen que demostrar constantemente que a pesar de una minusvalía u orientación sexual con tan eficaces como otras cualquiera que responden a las expectativas de la sociedad.

Dicha presión es sufrida tanto por mujeres como por hombres, la sufren por el simple hecho de serlo. Si a ello añadimos ser “mujer”, para no variar, la sociedad sigue poniéndole trabas, y ahora le toca luchar contra más de una discriminación: Mujer + discapacidad / homosexualidad /…/ …

Sabemos que el hecho de nacer con un determinado sexo nos condiciona automáticamente a vivir el resto de nuestras vidas bajo la asignación a un género determinado, masculino o femenino.

Mi crítica en este caso la quiero basar en la doble, triple, … o múltiple discriminación hacia la mujer. El hecho de hacer mujer nos asocia a lo privado, a los cuidados; el hombre, sin embargo, desde toda la historia ha sido el único considerado bueno para todo lo relacionado con el mundo exterior y relaciones públicas. Ya por ahí comenzamos con la discriminación, discriminación por obligar a la mitad de la humanidad a ser reclusa en su hogar. Pero no sólo a estar en la esfera privada, sino todo lo que ello conlleva. Cuidados tras cuidados, un no parar en todo el día, día tras día, y una dependencia económica del sustentador de la casa, una dependencia que despliega un enorme control y poder.

Poco a poco, las mujeres con luchas y uniendo esfuerzos han ido consiguiendo a través de reivindicaciones ir teniendo cabida en el ámbito público e ir saliendo de la esfera a ellas atribuida.

A pesar de ello hay colectivos (compuestos por hombre y mujeres) que son considerados inferiores, bien por sus cualidades físicas como personales. Me estoy refiriendo a personas con algún tipo de minusvalía y a personas homosexuales. Son personas mal vistas por la sociedad, personas que tienen que demostrar constantemente que a pesar de una minusvalía u orientación sexual con tan eficaces como otras cualquiera que responden a las expectativas de la sociedad.

Dicha presión es sufrida tanto por mujeres como por hombres, la sufren por el simple hecho de serlo. Si a ello añadimos ser “mujer”, para no variar, la sociedad sigue poniéndole trabas, y ahora le toca luchar contra más de una discriminación: Mujer + discapacidad / homosexualidad /…/ …