En los años 30 la estadounidense Leona W. Chalmers presentó la patente de la copa menstrual: un recipiente fabricado con caucho vulcanizado. Al parecer hubo una gran difusión y venta de esta copa durante esa década. Fue la misma época en la que el doctor Earle Haas patentó una empresa con un nombre muy conocido hoy en día: Tampax.
A partir de aquí se vivió un largo silencio sobre el tema. Siguieron haciéndose patentes en 1935, 1937 y 1950 hasta que en 1963 dejó de fabricarse. La copa no era rentable, en el mercado había falta de látex y no tuvo éxito comercial: para las mujeres era demasiado grande, rígida y pesada, además de la cuestión cultural que implica la manipulación de los genitales y las secreciones vaginales. Y fue en 1987 cuando apareció en el mercado la copa menstrual de látex, reutilizable y en dos tamaños.
Asimismo tiene infinidad de ventajas que se resumen en las siguientes ideas:
- Vida útil de 5-10 años. Es reutilizable.
- Respetuoso con el medio ambiente.
- Larga duración (hasta 12 horas).
- Diferentes tamaños.
- Se limpia hirviéndola en agua.
- Cómoda para viajes.
- Adquisición de habilidades Tacto-vaginales.
Sin embargo existen otros factores que podemos mirar con mayor detenimiento:
El tabú: Es poco conocida debido a los tabúes de los genitales femeninos y el desconocimiento o poca visibilización del producto. Es curioso que un invento creado por mujeres y para mujeres, solo tenga aceptación entre una minoría de la población femenina. La causa, interpreta Alex Estévez, «puede ser que nos hace falta todavía naturalizar el conocimiento de nuestros genitales, realizarnos una observación más minuciosa, quitarnos los tabúes, porque no somos invitadas a descubrir y a tocarnos».
Por otro lado el factor económico es muy importante, puesto que Natalia Alfageme lo calculó: «Yo gastaba una media de tres o cuatro tampones al día. Multiplica eso por doce meses y por los años que tienes la regla: podemos estar hablando de miles de euros, así que siempre es más rentable gastarte esos quince euros cada lustro o década». Así pues, el coste en 4 meses estará amortizado, y ayuda a frenar el mecanismo de consumo neoliberal.
Además el ámbito ecológico no se queda atrás. Le ahorra al planeta unos tres millones de kilos de basura al año, según Hallmaier. Para la sexóloga, «el ecológico es uno de los dos argumentos más fuertes, pues aunque las comprensas o tampones sean biodregradables y no tengan lejía, etc., sus envoltorios, aplicadores y demás sí que tardan cientos de años en descomponerse y tienen otros químicos». Gracias a su larga vida útil genera menos residuos que tampones y compresas ¿Sabías que cada año se desechan en el mundo en torno a 45.000 millones de compresas y tampones? Tu sola generas 6kg anuales de residuos relacionados con la menstruación (según la ACRC, Agència Catalana de Residus de Catalunya) cada año. Por otro lado, su proceso de fabricación es más limpio, puesto que los tampones y compresas están compuestos por varias capas de materiales y embalajes diferentes, por lo que su fabricación resulta mucho más contaminante. Piensa de cuantas capas diferentes se compone una compresa, o cuanto embalaje trae un tampón con aplicador. Cada uno de los componentes necesita un proceso de fabricación diferente. La copa menstrual se compone de un solo material, por lo que su fabricación es mucho más eficiente y menos contaminante.
Asimismo, es respetuoso con el cuerpo puesto que en vez de absorber el flujo menstrual como pueden hacerlo los tampones, resecando la zona, permite que este se deposite en un compartimento que no es agresivo, sino que simplemente recoge, protege la flora vaginal, no causa sequedad ni irritación, no contiene productos químicos, es hipoalergénica y es compatible con el DIU y el anillo anticonceptivo.
Por último, añadir que también aporta en seguridad puesto que puede reducir la posibilidad del síndrome del shock tóxico. En opinión de equipos de investigación, «la copa menstrual sí puede ser una buena opción para prevenir el síndrome frente a los tampones», sobre todo por los tejidos y materiales con los que se elaboran tampones y copas hoy en día. Eso sí, es necesario mantener unas medidas básicas de higiene y manutención del producto —como hervirla tras su uso—, pues «son fundamentales para prevenir el crecimiento de bacterias», según las instrucciones de uso de las copas.
FUENTES:
https://www.cosmopolitan.com/es/salud-fitness/salud/a16663565/copa-menstrual-uso/
http://www.lacopamenstrual.es/aprendelo-todo/historia/
https://smoda.elpais.com/banco-de-pruebas/2013/11/por-que-la-copa-menstrual-no-es-una-guarreria/
https://elpais.com/elpais/2018/04/24/buenavida/1524588364_846655.html
http://www.lacopamenstrual.es/porque-es-mejor/mejor-para-el-planeta/
http://www.lacopamenstrual.es/porque-es-mejor/mejor-para-tu-bolsillo/
http://www.lacopamenstrual.es/porque-es-mejor/ventajas/
https://eresmama.com/ventajas-y-desventajas-del-uso-de-la-copa-menstrual/