Hola compañeros/as, me gustaría compartir con vosotros/as el discurso que Laura Nuño Gómez, profesora titular de Ciencias políticas, directora del Observatorio de Igualdad de Género la URJC e impulsora del primer grado de género en España, hace sobre las políticas de igualdad en el Curso de Formación académica “Feminismo y Políticas de Igualdad” de Clara Campoamor, Escuela de Pensamiento Feminista en colaboración con el Observatorio de Igualdad de la Universidad Rey Juan Carlos.
La ponente nos habla sobre la evolución de las políticas de igualdad y continúa con un pequeño debate sobre por qué la desigualdad sigue creciendo y no conseguimos radicarla, abordando una revisión en torno a las políticas de reconocimiento y de representación y concluye con dinámicas que son obstáculos para conseguir la igualdad que tanto deseamos.
Centrándonos en el primer punto a tratar en su discurso, la evolución de las políticas de igualdad, la autora lo hace a groso modo e introduce el concepto de igualdad formal. Los primeros parlamentos fueron censitarios, en los que no existía el sufragio universal y solo opinaba quien tenía propiedades. Cuando se produce la universalización de la ciudadanía, se acuerda que todos los hombres pueden votar. Pero el ejercicio que se hace es lo que denominamos universalismo homogenizante, que significa que se perdona los criterios que había de exclusión, pero sigue habiendo una norma, que es el hombre blanco, heterosexual, sin diversidad funcional. Esto ocasionaba un problema clave en el entendimiento de la desigualdad en los distintos colectivos, como en el de las mujeres por ejemplo. Frases como “te perdonan ser mujer, pero eres el segundo sexo”, o “te perdonan ser homosexual pero tienes la orientación equivocada” son características de la igualdad formal, y las políticas eran diseñadas para un tipo de patrón alejado de todo esto.
En el año 1945, Naciones Unidas propone una iniciativa que posteriormente la Unión Europea recoge en términos de tratados o directivas, donde se reconoce que las mujeres son un grupo vulnerable que requieren de una especial protección surgiendo por primera vez el concepto de política de igualdad en las instituciones.
Fue en la primera Conferencia Mundial de Mujeres celebrada en México, en el año 1975, donde se diferencian los conceptos de sexo y género. La vulnerabilidad de las mujeres que antes nombrábamos arranca de una ideología determinada, como es el patriarcado y arranca también de una construcción social del género. Laura hace hincapié en que la vulnerabilidad es esa construcción social, y no las mujeres.
La CEDAU, convención sobre la eliminación de todas las formas de eliminación contra las mujeres, se incorpora en el año 1979, incorporando a su vez acciones positivas, como impulsar la promoción y la presencia de mujeres en actos de responsabilidad.
En el año 1995, tiene lugar la Cuarta Conferencia Mundial de Mujeres, en Medellín, donde se concluye que lejos de avanzar en igualdad, se está retrocediendo y se cuestiona, con la ayuda de los distintos movimientos feministas, qué está pasando con las políticas de igualdad. Surge así un nuevo mecanismo y un nuevo objetivo, la transversalidad de la perspectiva de género, “hagamos política pensando que también hay mujeres”. El camino principal de las políticas públicas debería contemplar, qué menos, que hay hombres y mujeres.
Actualmente, no hay ningún país en el mundo con política de igualdad, afirma la autora.
Os adjunto el enlace de la conferencia donde se exponen estas ideas y os animo a que lo visualicéis. Se trata de un material muy útil para comprender los contenidos del bloque 3.
Un saludo.
Lucía Caballero Gutiérrez.