Estoy de acuerdo en que para conmemorar ciertos acontecimientos es necesario imponer un día al año en el calendario y que todos/as nos acordemos de lo que acontece, que los medios de comunicación se hagan eco, que los poderes públicos se remuevan, que la sociedad de a pie no lo deje en el olvido… quiero decir con esto que en el día de la igualdad salarial, el 22 de febrero, podríamos haber conmemorado lo que «no acontece», más que los acontecimientos.
La Ministra de Igualdad, Bibiana Aído, en la jornada, IGUAL TRABAJO, IGUAL SALARIO que tuvo lugar ese día en el Congreso de los Diputados, dio datos recientes sobre las desigualdades salariales en Europa y en España. En Europa una mujer tiene que trabajar ocho años para cobrar lo mismo que un hombre en siete, y la brecha salarial que en la Union Europea es del 17%, en España es del 26%. (http://www.elpais.com/articulo/sociedad/mujer/europea/tiene/trabajar/anos/ganar/mismo/hombre/elpepusoc/20100222elpepusoc_9/Tes).
Teniendo en cuenta la crisis actual y la subida del desempleo femenino con las consiguientes brechas salariales, que siguen aumentando, los datos que la Ministra nos facilita se van a ver incrementados si las políticas de igualdad no irrumpen a modo de ley penal en tales asuntos.
Con esto quiero decir que la crisis afectará a la mujer, nuevamente más que al hombre ya que las soluciones son masculinas más que femeninas. Si bien los políticos y/o los medios de comunicación no se atreven a afirmar las situaciones de desigualdad que existen en cuanto a medidas de recuperación de la crisis o en cuanto a recursos, a salidas… en fin con cara de hombre; pues la sociedad, la calle, los amigos, familiares…sí que hacen gran mención del patriarcado fuerte que nos tiene amarradas. Porque si la crisis ha tumbado a miles de familias españolas, se dice, que ha sido por la perdida de empleo del «cabeza de familia»(hombre, claro; como si las mujeres no tuvieramos cabeza); o que hay muchísimos parados(y no paradas). El pueblo habla de mucho empleo o mucho paro teniendo en mente que el grueso de las listas son hombres. Y es que vamos (las mujeres) en el vagón de cola, si la economía va bien nos emplean caritativamente con sueldos menores y jornadas penosas y si va mal somos las primeras en sufrirlo porque nuestro precario trabajo sobra; y encima las políticas de empleo no tienen tiempo de mirar la transversalidad de género.
La crisis nos debe un cambio en el modelo económico, en el que desde el principio impere la igualdad efectiva, con leyes tajantes sobre contratación y retribución, con sanciones cuantiosas en el caso de desigualdades.
También nos debe políticas de empleo trabajadas y constatadas como ejemplos de transversalidad de género, nada de albañiles y jardineros, o de levantar las calles para volverlas a asentar… no vivimos en rebaños de ovejas, hay que estudiar donde están los yacimientos de empleo y dónde los/las desempleados/as, hay que adecuar a los colectivos a las necesidades del mercado y a las espectativas personales, de los contrario sólo ponemos parches.
Y por último la sociedad nos debe el lugar que nos merecemos, porque si las mujeres estamos más formadas que los hombres, según datos explicados en la misma noticia por la Ministra Aído, finalmente el modelo de mercado laboral es totalmente erróneo, poco fructífero y condenado a fracasar una y otra vez, ya que la inversión de toda una sociedad para la educación, revierte luego en la producción tan sólo del 50% de la misma.