Planes de Igualdad en Educación

En el ámbito educativo también se promulgaron leyes para establecer la igualdad entre hombres y mujeres. La Educación no queda exenta de estas desigualdades, aunque, en la legislación actual se puede ver cómo se establecen protocolos a seguir en caso de que se produzcan. Sin embargo, está presente el currículo oculto, el lenguaje que se produce en las aulas, conversaciones, valores, etc. A continuación, se detallan algunas de las normativas existentes en el Plan de Igualdad en Educación, tomando como orden las fechas de promulgación:

En primer lugar, se conoce el Acuerdo de 2 de noviembre de 2005, del Consejo de Gobierno, por el que se aprueba el I Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres en Educación, en el cual se hace alusión a que la igualdad es un derecho básico de las sociedades democráticas y se establece dicho Plan de Igualdad. Desde la Consejería de Educación se tomó medidas para promover el desarrollo integral del alumnado en base a la igualdad de género. Por otro lado, se reconoce la necesidad de establecer cambios en el modelo educativo, eliminando la discriminación y el prejuicio, fomentando un incremento del acceso de las mujeres a las enseñanzas superiores mediante el planteamiento de objetivos y medidas de acción para ello. Además, propone tres principios de actuación:

  • Dar visibilidad a las diferencias, para poder reconocer las desigualdades a las que las mujeres están sometidas, para poder evitarlas.
  • Imposición de un enfoque transversal con la inclusión de una perspectiva de género en la comunidad educativa.
  • La inclusión de las medidas y actuaciones educativas en el conjunto de la comunidad, para corregir los errores propiciados por una sociedad tradicional.

En segundo lugar, en la ORDEN de 15 de mayo de 2006, por la que se regulan y desarrollan las actuaciones y medidas establecidas en el I Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres en Educación, tiene por objetivo analizar el próspero progreso de las medidas anteriormente comentadas, aplicadas a centros educativos dependientes de la Comunidad Autónoma de Andalucía, sustentados con fondos públicos. Además, en el artículo 3, se expone que todos los centros tendrán una persona que será coordinadora responsable en materia de coeducación, con el objetivo de promulgar la igualdad de género, propondrá medidas para evitar y corregir en situaciones de desigualdad de género. Por otro lado, en el artículo 8, se hace referencia a la inclusión de contenidos respecto a la coeducación en los diseños curriculares de Andalucía.

Se continua con la Ley 12/2007, de 26 de noviembre, para la promoción de la igualdad de género en Andalucía, cuyo objetivo es promover el derecho de la igualdad entre hombres y mujeres para la consecución de una sociedad democrática y justa, extendida al sistema universitario de la Comunidad Autónoma de Andalucía. De igual modo, en el artículo 3, se atiende a las diversas definiciones que son de conocimiento imprescindible en materia de violencia de género, como, por ejemplo, discriminación directa, indirecta, representación equilibrada, transversalidad, acoso sexual, etc.

En el ACUERDO de 19 de enero de 2019, del Consejo de Gobierno, por el que se aprueba el I Plan Estratégico para la Igualdad de Mujeres y Hombres en Andalucía 2010-2013, pretende incorporar la perspectiva de género a la misma para poder establecer las bases de una sociedad igualitaria y efectiva, y tiene como objetivo el fomento de la sensibilización sobre la igualdad, la promoción de competencias para la inclusión de la Igualdad de Género en los docentes, eliminar los prejuicios culturales y estereotipos sexistas, etc. En base a estos objetivos, se estudiaron una serie de medidas adecuadas para el desarrollo de cada objetivo.

Por último, se analiza el ACUERDO de 16 de febrero de 2016, del Consejo de Gobierno, por el que se aprueba el II Plan Estratégico de Igualdad de Género en Educación 2016-2021, en el que se proponen cuatro objetivos fundamentales:

  1. El establecimiento de Plantes de Centros coeducativos a través de un currículo sin sesgos de género.
  2. Formar a la comunidad educativa en materia de igualdad de género, coeducación y prevención de violencia de género.
  3. Promulgar la sensibilización, prevención y erradicación de la violencia de género.
  4. Incluir la perspectiva de género en la Administración educativa.

REFERENCIAS WEB:

https://www.adideandalucia.es/

Mujeres que están al frente de algunos de los países que mejor están gestionando la pandemia.

La inclusión de la mujer al mercado laboral es uno de los grande y principales cambios de los últimos años (Goldin, 2006). Se ha de reconocer la ausencia de la mujer en altos cargos en las empresas, tanto públicas, como privadas (Selva, 2012).

Sin embargo, ahora que estamos presenciando y viviendo esta pandemia mundial liderada por COVID-19, podemos hacer una observación y reflexión de la gestión de los países que tienen como representantes a mujeres, siendo ellas ejemplo de altos cargos. Los datos obtenidos fueron publicados por BBC News Mundo el día 16 de abril de 2020.

Las actuaciones ante el Coronavirus son diversas dependiendo del país en el que nos situemos, pero los países que obtienen datos más positivos tienen en común su representación mediante una mujer.

A continuación, se presentan siete mujeres que están al frente y en el liderazgo de algunos países, realizando la mejor gestión de esta pandemia, actuando de forma eficaz y rápida contra el coronavirus.

Figura 1: Imagen con datos publicados en BBC News Mundo, situación por COVID-19 a día de 16 de abril de 2020.

La cadena CNN o la revista Forbes, afirmaron que las mejores actuaciones frente a la pandemia habían sido estos países, liderados por mujeres. Según las estadísticas de la Unión Interparlamentaria publicadas por Naciones Unidas en 2019, menos del 7% de los lideres globales son mujeres.

En Alemania, Angela Merkel, realizó medidas mucho antes que otros países europeos y fue de las primeras que hizo test a toda la población y, además, la tasa de mortalidad es mucho más baja, a día de 5 de mayo de 2020, no supera los 7000 fallecidos.

Otro ejemplo es el de Dinamarca, liderada por Mette Frederiksen, cerró fronteras hacia los países cercanos desde el primer momento. Sin embargo, fue el primer país de la Unión Europea en reabrir guarderías y colegios, pero de forma muy controlada.

Por otro lado, en Finlandia, se reconoce la actuación de la primera ministra más joven del mundo, Sanna Marin. No ha tenido desabastecimiento en material sanitario y, a fecha del 5 de mayo de 2020, han tenido 230 fallecidos, 5327 casos confirmados y 3000 curados, datos relativamente bajos, en comparación con los demás países, no liderados por mujeres.

En Islandia, Katrín Jakobsdóttir, estableció pruebas gratuitas para la detección del coronavirus para todos los ciudadanos y ciudadanas.

En Noruega, destacó la previsión y la aplicación de medidas muy estrictas para la situación del nuevo coronavirus. Se destaca que Erna Solberg respondió a preguntas de los niños y niñas, haciendo referencia a la calma.

Nueva Zelanda es uno de los casos más comentados en la actualidad, pues se llevó a cabo el confinamiento con tan solo seis casos confirmados en todo el país, se centró en eliminar la curva y no aplanarla. De igual modo, cerró fronteras.

Tsai Ing-wen, en Taiwán, cuando apenas se iniciaba esta pandemia, introdujo 124 medidas para frenar el avance del coronavirus, por lo que no tuvo que confinar a los ciudadanos y ciudadanas. A día de hoy, 5 de mayo de 2020, solo ha sufrido seis fallecimientos por COVID19, 438 casos confirmados y 334 casos curados.

¿Es tan difícil seguir el ejemplo de ellas?

REFERENCIAS:

Goldin, C. (2006). The Quiet Revolution that Transformed Women’s Employment, Education and Family. American Economic Review, 96, 1-21.

Selva, C. (2012). Mujer y trayectoria profesional. ¿Un acceso igualitario a los cargos de dirección? RIDEF, 33-39.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52295181

Empoderamiento de la mujer en la ECONOMÍA.

El empoderamiento de la mujer en el ámbito económico supone beneficios para toda la ciudadanía. Ya lo decía Arancha González Laya en un vídeo que les facilitaré a continuación. El hecho mencionado anteriormente debería ser, hoy en día, una situación interiorizada en todas las personas que conforman la sociedad, sin embargo, no es así. Aunque hayamos logrado algunos objetivos, seguir luchando por nuestros derechos es una realidad que las mujeres, actualmente, vivimos.

Arancha González, mujer que había sido directora ejecutiva del Centro de Comercio Internacional y subsecretaria general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde el año 2013, expuso hace tres años, en un programa de televisión, que el empoderamiento de la mujer era una de las estrategias más eficaces en la lucha contra la pobreza, estableciendo razonadamente las justificaciones ante dicha afirmación, las cuales eran las siguientes:

-Las economías que incluyen a la mujer crecen más y con mayor velocidad.

-Las empresas que tienen como base la diversidad, son mucho más productivas.

-Que las economías que incluyen a la mujer reducen la pobreza mucho más rápido.

Aunque el vídeo data de 2017, es perfectamente adaptable la actualidad en 2020.  La mujer consume el 80% de sus ingresos en su familia, en educación, salud, alimentación, etc. El hombre, por contraposición, el 40%. Por consiguiente, es importante la figura de la mujer y su inclusión en el mundo laboral y económico, siempre que sea basado en la igualdad de género.

Según estudios que han sido llevados a cabo en países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el aumento de la participación de las mujeres en el trabajo o, dicho mediante otras palabras, la anulación de la desigualdad de inclusión en el trabajo entre hombres y mujeres da lugar a un crecimiento económico más rápido. Asimismo, datos que provienen de otros países, demuestran que el incremento de los ingresos del hogar que son controlados por mujeres, que provienen de lo que ganan ellas, cambian los modelos de los gastos, beneficiando a hijas y a los hijos. Este dato, igualmente, nos aporta información sobre las prioridades de la mujer, pues siempre se le ha asignado un rol de cuidadora, adquieren un papel de preocupación hacia las personas de su entorno, por su vida y su futuro.

Del mismo modo, el empoderamiento de la mujer beneficia, enormemente, a las empresas en las que las mujeres representan cargos de liderazgos. Se ha demostrado que aumentan la eficacia y, además, las empresas o campañas en las que las mujeres ejercen funciones superiores, se establecen un mayor y mejor rendimiento. Las políticas públicas que promueven la inclusión de la mujer en el mercado laboral de forma igualitaria crean beneficios macroeconómicos debido a que fomentan las tasas de matriculación escolar, incremento de productividad de empresas a cargo de mujeres, reconocimiento de trabajo no remunerado, etc. En pocas palabras, un impacto muy positivo en los hogares y en la economía de diversos países (Pinargote, Guevara, Cabascango y Guerrero, 2017).

Cabe destacar que la educación es la base principal de la sociedad y que, gracias a ella, se puede fomentar el crecimiento económico mediante la educación de las mujeres y las niñas. Continuando con la afirmación anterior, se ha demostrado que, en los últimos cincuenta años, se ha producido un aumento de la economía del 50% en los países que pertenecen a la OCDE debido a que las niñas y las mujeres han recibido una mejor educación, ha tenido acceso a ellas y han alcanzado puestos que se les consideraba inaccesibles. Esto confirma la necesidad de seguir fomentando la inclusión de la mujer en los puestos laborales, la inclusión de la mujer en el mundo de la economía.

Sin embargo, parece que los datos que se aportan gracias a las investigaciones realizadas no sirven para poder ver a la mujer como una figura que sirva de ejemplo en la economía mundial. Quizás, podríamos tomar como ejemplo la situación actual afectada por COVID-19 y comprobar, así como, comparar, la gestión de los países que están liderados por mujeres, a diferencia de los que no. Quizás, ha tenido que llegar una pandemia para poder valorar y reconocer la necesidad de la mujer en el ámbito económico y laboral.

REFERENCIAS:

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Gender Equality in Education, Employment and Entrepreneurship: Final Report to the MCM 2012. http://www.oecd.org/employment/50423364.pdf.

Pinargote, L., Guevara, S., Cabascango, J., y Guerrero, W. (2017). Nuevas tendencias del mercado laboral femenino y la igualdad de género. Revista PubLICANDO, 4(11), 258-278.