UNA SOCIEDAD CONSUMISTA

La sociedad actual en la que vivimos la mayoría de las personas de este mundo se caracteriza por una absoluta tendencia a comprar y a acumular objetos materiales que en muchas ocasiones no necesitamos o incluso ya tenemos, es decir, ya no solo nos hacemos con los productos que cubren nuestras necesidades básicas sino que estamos yendo mucho más allá. 

Analizando a las personas que crean mi entorno más cercano, incluso a mí misma, me doy cuenta de que nos estamos convirtiendo en consumidores/as compulsivos/as, que no podemos parar de comprar y abastecernos de cosas que realmente no nos hacen falta. Tener el último móvil, 10 pares de pantalones distintos, incontables camisetas o televisión en el salón y en el dormitorio entre otros caprichos de los que nos hacemos dueñas/os. Lo peor de todo llega cuando te das cuenta de que dejamos de utilizar las cosas sin que lleguen a estropearse o romperse y las desechamos para conseguir objetos nuevos, que nos acerquen al resto de la sociedad y no se nos aleje del grupo al que queremos pertenecer, a esto lo conocemos como obsolescencia percibida, en otras palabras, cambiamos de artículo cuando este pasa de moda y ya no nos gusta.

Dejando a un lado el consumismo de las personas físicas, nos podemos adentrar en la acción que realizan en este sentido las empresas proveedoras de productos que más solemos utilizar, además de cambiar cada año o cada poco tiempo el aspecto de sus objetos más cotizados, se encargan de hacer que dichos objetos duren un tiempo estimado, a esto lo conocemos como obsolescencia programada. Artículos como los teléfonos móviles o las televisiones están programados para dejar de funcionar llegado el momento y tienes que deshacerte del producto y comprar uno nuevo, pues tanto móviles como televisores, ordenadores o tablets se han convertido en parte de nosotros y sin ellos muchas personas no serían capaces de vivir de la misma forma que lo hacen ahora. 

Además todo esto desemboca en una distribución de los productos desmesurada, los transportes de los artículos que más usamos no pueden abarcar a toda la población y por tanto hace falta que trabajen muchas personas y que sus sueldos sean bajos para que los empresarios consigan el mayor dinero posible y seguir manteniendo un flujo de consumo óptimos.

Como conclusión a esta reflexión, la tendencia al consumismo, nos está llevando a derrochar y extinguir la mayoría de los recursos naturales que tenemos en este momento ya hemos consumido 1/3 de los recursos existentes, generamos toneladas de basura que contaminan los ecosistemas, crean nuevos super-tóxicos y están destruyendo el planeta. Por ejemplo, algunos datos que sacamos del vídeo que pondremos a continuación es que el 99% de las cosas que consumimos diariamente será basura en menos de 6 meses o que en Estados Unidos generan 2 kg de basura por persona y día y aunque se esté intentando sensibilizar a las personas sobre la necesidad del reciclaje y las consecuencias de estos hábitos esto no nunca es suficiente.

¿POR QUÉ HAY MÁS HOMBRES TRABAJANDO SI LAS MUJERES ESTAMOS MÁS PREPARADAS EN LA ACTUALIDAD?

Desde siempre para las mujeres ha sido más difícil que para los hombres encontrar un trabajo remunerado, y aunque hace varios años las mujeres no estaban tan preparadas, en la actualidad el número de mujeres con carrera universitaria es mayor que el de hombres, los puestos de trabajo a los que tienen oportunidad de acceder siempre son más precarios, temporales, y con un bajo rango. 

Además de la dificultad para encontrar trabajo aun estando más preparadas, en las mujeres, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que se nos proporcionó en clase, es más frecuente la inactividad que en los hombres, y por supuesto es más alta la tasa de paro. Si hablamos de datos según la OIT la población activa de mujeres solo alcanza el 49% al contrario que la de hombres que ha llegado al 75%. Otro dato que cabe destacar es que para las mujeres es más frecuente acabar en empleos feminizados, como la limpieza, o incluso en trabajos no remunerados como la limpieza del hogar.

¿Por qué se dan estos casos si estudiando los datos del INE podemos ver que casi l 40% de las mujeres tienen estudios superiores, mientras que en los hombres este porcentaje apenas pasa del 30%? Pues desgraciadamente que exista una brecha de género entre el empleo de mujeres y hombres tiene varias razones, las cuales son consecuencia de una sociedad machista y patriarcal: 

En muchos casos se piensa que las mujeres aunque estén más preparadas, suelen ser menos productivas que los hombres.

La inexistencia de una conciliación familiar eficaz.

La mayor tendencia de las mujeres a los trabajos de cuidados (por la educación que se les proporciona). 

A la menor contratación de las mujeres, le podemos sumar también la media jornada no voluntaria , es decir, en mucha mayor medida que los hombres las mujeres son contratadas en empleos a tiempo parcial, según el INE esto es debido sobre todo a las obligaciones familiares y a los cuidados de hijos e hijas o enfermos.  

Por no hablar de las diferencias existentes en los salarios medios de las mujeres y de los hombres. En España, aunque por una parte estamos aún lejos de la media europea y no alcanzamos su nivel en los sueldos, peor es que haya mujeres ganando casi tres euros menos de media por hora que los hombres y que además en muchas de estas circunstancias estén realizando el mismo trabajo. 

REFERENCIAS

Instituto Nacional de Estadística (2017) La vida de las mujeres y los hombres en Europa. https://www.ine.es/prodyser/myhue17/index.html?lang=es

Organización Internacional del Trabajo. (2018). La brecha de género en el empleo: ¿qué frena el avance de la mujer? https://www.ilo.org/infostories/es-ES/Stories/Employment/barriers-women#intro.

¿HUBO CONCILIACIÓN FAMILIAR EFECTIVA DURANTE EL COVID-19?


La conciliación personal, laboral y familiar es una de las tareas pendientes en España y en el resto de países. En general, las mujeres son las encargadas de realizar los trabajos domésticos y de cuidados en el núcleo familiar, y aunque exista un reparto de dichas tareas, las mujeres les siguen dedicando más tiempo que los hombres. Si miramos las estadísticas que nos proporciona el INE en ningún país de Europa hay una conciliación familiar efectiva entre hombres y mujeres, ni en el cuidado de los hijos e hijas ni en la realización de las tareas domésticas. Estos datos son generales, pero si nos preguntamos en qué medida el confinamiento que vivimos en España y en el resto del mundo nos llegó a cambiar, o si nos hizo personas más cercanas a la igualdad, la respuesta es: no.

Muchas personas han creído que por la existencia del teletrabajo durante la pandemia, hombres y mujeres habrían dedicado el mismo tiempo y la misma atención a la conciliación familiar. Es decir que los hombres habrían atendido a los hijos e hijas de igual manera que las mujeres, que los hombres limpiarían y cocinarían de igual manera o que las mujeres le dedicarían el mismo tiempo a su carrera profesional que los hombres.

Durante los meses de confinamiento que sucedieron en la pandemia por COVID-19 fue muy difícil para muchas personas organizar la vida familiar y laboral, según los datos que se recogen en una investigación publicada por la revista de sociología Prisma Social, para más de un 45% de personas participantes, la conciliación familiar empeoró durante el confinamiento y para más de un 70% fue difícil armonizar su trabajo, cuidar de su familia y disfrutar su tiempo libre.  Es importante destacar, que en ese intervalo de tiempo, las clases no fueron presenciales, sino que fueron online, por lo que no había opción de dejar a los hijos y las hijas en el colegio o con algún familiar (ya que no estaba permitido trasladarse de las viviendas) y fueron en su mayoría las mujeres las que se vieron obligadas a quedarse en casa y teletrabajar, impidiéndoles así separar el tiempo dedicado a su carrera profesional y a su familia. Aunque sí que había muchos hombres teletrabajando, esto era debido a una imposición de las empresas y no a una decisión de quedarse para el cuidado y la atención de los hijos e hijas. 

Teniendo en cuenta que las mujeres siempre han realizado más tareas en el hogar que los hombres y que esto ha seguido siendo así durante el confinamiento, podemos decir sin equivocarnos que no se ha conseguido alcanzar ni durante el confinamiento, ni en ningún otro momento, que hombres y mujeres dediquen el mismo tiempo a los trabajos domésticos, al cuidado de hijos e hijas, a su carrera profesional y a su tiempo libre y de ocio.

REFERENCIAS

Teijeiro, J., Vila-Couñago, E., Gradaille, R. (2021). Conciliación y confinamiento con hijos/as con necesidades específicas de apoyo educativo: El rol materno. Prisma Social, 94-118. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7898394.

Instituto Nacional de Estadística (2017) La vida de las mujeres y los hombres en Europa. https://www.ine.es/prodyser/myhue17/index.html?lang=es.