Como bien sabemos en pleno siglo XXI la igualdad de género sigue dependiendo de un hilo en muchos ámbitos existentes, ocasionando en la mayoría de ellos que sea el sexo femenino el afectado tanto a nivel económico como personal y/o profesional.
Es por ello que se han llevado a cabo numerosas medidas de acciones positivas, destacando así la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, en el que como su propio nombre indica tiene como objetivo principal hacer efectivo el derecho de igualdad de trato y de oportunidades entre ambos sexos, en particular mediante la eliminación de la discriminación de la mujer, sea cual fuere su circunstancia o condición y, singularmente, en las esferas política, civil, laboral, económica, social y cultural.
Sin embargo, a pesar de haber pasado más de diez años desde su instauración, aún sigue existiendo una diferenciación abismal entre hombres y mujeres, incrementándose esta en la esfera en la que nos compete, la esfera laboral. Así, es el sexo femenino el que es infravalorado, insultado, discriminado y con una representación inferior a la de los hombres en muchas empresas, un hecho que origina que se produzca una clara diferenciación de género en cuanto a las oportunidades y el salario, entre otros aspectos.
Atendiendo a estas consideraciones, destacamos un vídeo publicado por La Vanguardia en 2019 que se titula “Testimonios 8M. Sufrí discriminación laboral«. En él se recoge el testimonio de cuatro mujeres valientes y empoderadas que deciden narrar varios episodios que han vivido en el mundo laboral con su sexo opuesto, los hombres. Una acción que sin duda perjudica a la mujer por el simple hecho de serlo. Adjunto el enlace de acceso al vídeo completo, así como capturas de las partes más destacadas del mismo: https://m.youtube.com/watch?v=ECJMTTsN6BM&feature=youtu.be
Aunado a esta situación, se ha de destacar la lucha incansable llevada a cabo por las mujeres desde décadas atrás por lograr la paridad en el ámbito laboral, y que por desgracia aún sigue estando presente en nuestros días, considerándose una tarea incompleta para la sociedad. Así es corroborado a continuación por Martín Marco:
Un mercado laboral con igualdad de oportunidades y condiciones es el sueño de miles de mujeres a las que hoy les siguen resultando imposible el hecho de conciliar o recibir el mismo sueldo que sus compañeros hombres. Y es que la igualdad es la asignatura pendiente de la sociedad, y las estadísticas no hacen más que confirmarlo: 9 de cada 10 empresas no están implantando medidas de igualdad (90%). (Marco, 2018, p.1)
En este sentido, enfocándonos en el terreno andaluz, La Vanguardia (2019) afirma: “sólo el 9.6% de las grandes empresas andaluzas tienen planes de igualdad” (p.1). Una situación que pone de manifiesto la necesidad de desarrollar dichos planes, con el fin de que se logren eliminar los obstáculos negativos que se oponen a que la mujer pueda disfrutar del acceso al mundo laboral en igualdad de condiciones, así como asumir los roles que como ciudadana de pleno derecho debería disponer.
En efecto, gracias a la entrada en vigor de la Ley 6/2019, de 1 de marzo de medidas urgentes para la garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y ocupación, se ha establecido que todas y cada una de las empresas dispongan de un plan de igualdad como medida obligatoria, con el fin de garantizar la equidad en cuanto a la participación en el empleo. Para ello, se ha desglosado en tres plazos, con el objetivo de que las empresas cuenten con un tiempo específico para actuar, en función del número de trabajadores y trabajadoras disponibles en su plantilla. Adjunto imagen:
Dentro de este marco, la UGT (2021) resalta: “si las empresas cumplen la ley, se cerrarán las brechas de género” (p.1). Una afirmación que sin dudas abre la puerta hacia la esperanza de que la mujer pueda lograr romper con el techo de cristal en el que se encuentra inmersa y pueda ser tratada por igual que al resto de sus compañeros. Así, en el caso del incumplimiento de establecer el plan de igualdad en el período establecido, las empresas tendrán que asumir una sanción económica, la cual es desglosada en dos bloques:
Como explica Tauroni (2020): La fracción «leve y grave» se establecerán por el incumplimiento de las obligaciones en materias y medidas de igualdad. Así, la fracción «muy grave» se determinará cuando la empresa no haya elaborado y/o aplicado el plan de igualdad requerido.
En definitiva, se trata de un plan de igualdad con medidas de acciones positivas que pretende corregir la brecha de género existente, dejando abierto los siguientes interrogantes: ¿Se tratará de una buena política de igualdad de género? ¿conseguirá dar paso a la igualdad laboral entre hombres y mujeres? Respuestas qué solo el tiempo logrará conseguir.
Referencias bibliográficas:
La Vanguardia. (2019). Sólo el 9.6% de las grandes empresas andaluzas tiene planes de igualdad. Recuperado de: https://www.lavanguardia.com/vida/20191021/471110474674/ugt-solo-el-96–de-las-grandes-empresas-andaluzas-tiene-planes-de-igualdad.html
Ley 6/2019, de 1 de marzo de medidas urgentes para la garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y ocupación. BOE» núm. 57, de 07/03/2019. Recuperado de: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2019-3244
Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. BOE»núm. 71, de 23/03/2007. Recuperado de: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2007-6115
Marco, M. (2018). Nueve de cada diez empres en España no tienen implantadas medidas de igualdad. Recuperado de: https://www.economiadehoy.es/noticia/55981/empresas/9-de-cada-10-empresas-en-espana-no-tienen-implantadas-medidas-de-igualdad.html
Tauroni, L. (2020). Planes de igualdad, ya obligatorios y sancionables. Recuperado de: https://www.proluco.com/noticias/planes-de-igualdad-ya-obligatorios-y-sancionable
UGT (2021). Si las empresas cumplen a ley se cerrará las brechas. Recuperado de: https://www.ugt.es/si-las-empresas-cumplen-la-ley-se-cerraran-las-brechas