http://www.inmujer.gob.es/observatorios/observIgualdad/…/docs/010-conciliacion.pdf
A través de este enlace podemos extraer buenas prácticas y recomendaciones para lograr el paso definitivo de la conciliación a la corresponsabilidad. Tan sólo mediante la educación en pro de la igualdad, se puede lograr este objetivo.
https://ddd.uab.cat/pub/papers/02102862v95n1/02102862v95n1p95.pdf
La experiencia del trabajo doméstico ya no es ajena a los hombres aunque la fuerza de los convencionalismos de género está aún muy presente . La negociación de las tareas domésticas muestra la persistencia del dualismo de género, los estereotipos condiciona su resolución, el trabajo doméstico tiene para unos y otras un significado totalmente distinto. Para las mujeres las responsabilidades domésticas son prioritarias y asimilables, los hombres van siendo consciente de la importancia de su participación pero aún desempeñan un papel secundario entre sus prioridades, entre ambos surgen quejas que hacen referencia a nivel de exigencia de ellas y la escasa participación de ellos, por lo que no se gestan procesos explícitos y formales de negociación. Toda esta controversia plantea la conveniencia y la necesidad de implementar programas de educación para la vida, que favorezcan y promuevan actitudes más favorables hacia el reparto equitativo de las tareas domésticas y ayudar a las parejas a establecer cauces.
Asimismo, es importante el trabajo de habilidades intervención, es necesario ayudarles a que exterioricen su esquema de acción y sociales que permitan expresar sentimientos y proyectar, como espejos, el absurdo de determinadas relaciones y preconcepciones. El estereotipo se logra erradicar, hablándoles a los niños, leyéndoles y animándolos a leer, sobre una gran variedad de personas e historias que rompan el molde, no solo las que tratan de niños que salvan al mundo y niñas que necesitan ser salvadas. “Eso debería comenzar a los tres años, cuando realmente pescan los estereotipos y se dan cuenta de ellos”, dijo Brown. “Si no los ayudas a etiquetarlos como estereotipos, asumen que así son las cosas”.
En cualquier caso, debemos aprender primero para enseñar en segundo lugar, los niños pueden mostrar fuerza a través de la fortaleza de reconocer sus emociones. Así como ser rudos para oponerse a la intolerancia. En definitiva se debe educar para que ellos y ellas se sientan seguros: para que persigan cualquier cosa que les apasione.
https://galdar.es/…/Estudio-Es-tu-tiempoes-mi-tiempo-sobre-el-uso-del-tiempo-de-muj…