¿CUÁNTO VALE EL TIEMPO DE LOS CUIDADOS?

Que el tiempo juega un papel muy importante
Y nos lo están quitando por todas partes

Tiempo

No se puede construir ná, ná de ná, ná
Tiempo, pa volver a casa tú quieres tiempo
Pa encontrar la calma necesitas tiempo
Pa tomar tus decisiones, tiempo
Pa tocarte los cojones, tiempo
Pa pasarlo con tus hijos, tiempo
Pa fumarte un cigarrito, tiempo
Pa perder el tiempo, tiempo
Pa disfrutar el momento, tiempo
Pa coger un autobús, tiempo
Pa decirle al jefe quiero tiempo
Pa mirar al cielo quiero tiempo
Pa escuchar las canciones tomate tu tiempo
Pa currar yo mido siempre el tiempo
Pa disfrutar quiero que sobre el tiempo
Yo pa coger olitas quiero tiempo

Canción: Tiempo de Bebe y Carlos Jean

Este texto con el que inicio esta entrada en el blog, forma parte de la letra de una canción de Bebe y Carlos Jean. Cuando la oí por primera vez, me llegó muy adentro porque es algo que el ser humano anhela, tener tiempo, tiempo para hacer más cosas además de producir, de trabajar,… y sin embargo pasamos la mayoría de nuestro tiempo dedicándolo al trabajo, el trabajo lo centraliza todo, pero no cualquier trabajo, hablamos del trabajo remunerado,  el trabajo que te da un lugar y estatus en la sociedad y que acaba dominando nuestra vida.  Pero ¿qué pasa con otro tipo de trabajos que no se ven, un trabajo que realizan, en una mayoría que abruma, las mujeres?, ¿qué pasa con el trabajo de los cuidados? Un trabajo no remunerado que ocupa mucho tiempo, que ha sido desempeñado tradicional e históricamente por las mujeres y que parece que a ojos de la sociedad y del sistema productivo y económico de un país tiene menos valor, que no ha de ser remunerado porque es el trabajo que se hace desde el cariño, desde el amor. Y eso que llamamos amor, es lo que desde la economía feminista, en palabras de Silvia Federici,  se llama trabajo no remunerado,   el que se hace sin el objetivo de maximizar beneficios económicos y que siempre ha estado reservado a las mujeres y no se incluye en las estadísticas, no se ve.  Hablamos de cuidar, cuidar de los hijos, de nuestros mayores dependientes, de familiares con alguna discapacidad, de realizar las tareas domésticas que históricamente hemos llevado a cabo, limpiar, cocinar,…etc. este tipo de trabajo no se considera productivo, y no parece generar bienes tangibles, sin embargo, según datos del grupo de trabajo de Igualdad de Género de la Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales de Europa (CALRE),  este tipo de trabajo invisible, desempeñado por las mujeres supone el 55% del PIB en España. Guau, esto es un dato del pasado año, un dato que duele, por el poco o casi ningún reconocimiento que tiene, y sobre todo por el impacto que para las mujeres sí que tiene. Y estos datos, ¿qué difusión han tenido? ¿En qué espacios políticos se han tomado en cuenta? ¿Y cómo se hablado en los medios de esto? De la misma manera que se trata, de manera invisible y sin darle la relevancia que tiene.  Parece entonces que los cuidados sí que tienen un impacto monetario en nuestro sistema económico y un peso importante pero que aún la sociedad bajo la visión patriarcal del modelo económico productivo, un modelo Homo Economicus, sigue mirando hacia otro lado, poniendo parches que lo único que hacen es mantener y reforzar las desigualdades entre hombres y mujeres en el terreno laboral y de los cuidados.

Me quedo con las palabras de la presidenta de la Asamblea Regional de Murcia y coordinadora del grupo, Rosa Peñalver, acerca de la presentación de estos datos, que decía que son un «disparate», que este trabajo «invisible», del que las mujeres suponen el 75% del total, «no tenga valor monetario ni se traduzca en precio», además de no recoger «el impacto negativo» que tiene sobre la mujer en su salud y economía.

Ya que esto hace que las mujeres tengan mayores dificultades de acceso al mercado laboral con el consecuente riesgo de exclusión social que presentan, sin tiempos de cotización, sin una renta con la que poder subsistir digna y merecidamente, porque sí, llevan toda la vida trabajando y aportando a la sociedad unos bienes que SÍ son fuente de riqueza y lo más importante, sostienen la vida. Os dejo para terminar este pequeño vídeo de Mercedes D´Alessandro sobre economía feminista, modo de reflexión final, que refleja la necesidad de dar visibilidad y valor a los cuidados.

Video de Mercedes D´ Alessandro: https://www.youtube.com/watch?time_continue=385&v=sTxA4tGk2to

Fuentes:

Canción Bebe y Carlos Jean: https://www.youtube.com/watch?v=PyS8dt7TX6I

https://www.eleconomista.es/politica/noticias/9434946/10/18/El-trabajo-no-remunerado-de-cuidados-supone-el-55-del-PIB-de-Espana.html

https://www.elmundo.es/nosotras/2018/03/23/5ab4c4a546163fca4f8b4606.html

http://www.ine.es/prodyser/myhue17/bloc-3d.html

LA VIDA MÁS PRECARIA Y DESIGUAL DE LAS MUJERES: EL CONTRATO PARCIAL

El 75% de los puestos bajo la modalidad de contrato parcial son desarrollados por mujeres y una de las consecuencias negativas que tiene para ellas es que las lleva a tener una vida más precaria con sueldos y pensiones más bajas, con jubilaciones que suponen la mitad de la de los hombres. Al hilo de este hecho incuestionable, el Tribunal Constitucional (TC) se ha pronunciado este mes de julio con una sentencia muy positiva que espero marque camino hacia romper esa desigualdad tan marcada para las mujeres en el cómputo de la cotización que hasta ahora se hacía para la jubilación que las dejaba en una situación muy precaria. Os dejo la noticia que me resulta un hito importante para avanzar en este camino:

Corrigen la desigualdad al calcular la pensión del trabajo a tiempo parcial

El Tribunal Constitucional (TC)  declara nula la desigualdad que existe a la hora de calcular la pensión de jubilación en el trabajo a tiempo parcial, al considerarlo «discriminatorio para la mujer», que ocupa el 75% de estos puestos.

La sentencia dice que la actual regulación de la cotización del contrato a tiempo parcial para cobrar la pensión es «inconstitucional, nula y discriminatoria» con las y los trabajadores y, particularmente, con las mujeres,  ya que son  el 75%  de las personas que realizan trabajos a tiempo parcial.

Es inconstitucional ya que no respeta el artículo 14 de la Constitución que   cita: “somos  iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social».

La pensión de una jornada completa

Para la pensión de jubilación se tiene en cuenta por un lado, la edad de jubilación y por otro la base reguladora de las personas que se va a jubilar. Este último indicador se calcula a partir de las bases de cotización, que suelen coincidir con el salario bruto, de los últimos 22 años de cotización. Una vez obtenida esa primera cifra, la Seguridad Social analiza los años cotizados para ver cuánto le corresponde al trabajador o trabajadora, cuantos más años cotizados mayor porcentaje y mayor pensión, partiendo de que si solo tiene 15 años él % será del 50 y va aumentado hasta el 100%.

Cálculo de la jubilación a tiempo parcial

A las personas que hubieran trabajado a tiempo parcial se les aplica un doble condicionante que el Constitucional ha considerado nulo y discriminatorio. Hasta ahora, a quien había prestado servicios a tiempo parcial se le aplicaba en el cálculo de la pensión una doble reducción: en la base reguladora de la pensión (cobran menos por estar a tiempo parcial por lo que al tomar sus bases de cotización ya se tiene en cuenta ese aspecto) y en el cálculo del periodo cotizado (se entendía que un año de trabajo de una trabajadora a tiempo parcial no era un año cotizado de cara a la jubilación).

Lo que la sentencia del Constitucional trata es esa segunda reducción. La reducción adicional de la base reguladora por el porcentaje derivado de un “coeficiente de parcialidad” que reduce el número efectivo de días cotizados que afecta predominantemente a las mujeres trabajadoras.

Existe una discriminación indirecta, A partir de ahora la forma de calcular no puede tener este doble condicionante. Ya que se ha eliminado el coeficiente que se emplea para la determinación de tiempo de cotización. Un año de trabajo supondrá un año cotizado y dará igual si estas a tiempo parcial o completo.

Sin carácter retroactivo

En lo práctico esta sentencia del TC no tiene carácter retroactivo, es decir, no afecta a quienes ya están cobrando una pensión tras haber cotizado a tiempo parcial, ni a quienes ya tienen reconocido el derecho y van a empezar a cobrarla próximamente. Tampoco a quienes trabajaron dos tercios de la jornada, porque con el coeficiente, ya tienen reconocido el día completo de cotización. O las personas que cobran pensiones por debajo de la renta mínima de la Seguridad social, al tener el comprometo de mínimo de pensiones.

No olvidemos que la sentencia del Constitucional se tiene que empezará a aplicar de manera inmediata, y la Seguridad Social anunció que modificará sus sistemas informáticos para empezar a pagar las pensiones a las personas jubiladas del tiempo parcial que se den de alta. Esta sentencia todavía es muy reciente, y si bien es cierto que la Seguridad Social ha anunciado que aplicará la sentencia de manera inmediata, todavía no tenemos la suficiente información de plazos y maneras en la que se llevará la modificación.

Fuente:

https://www.esk.eus/index.php/es/noticias/1060-corrigen-la-desigualdad-al-calcular-la-pension-del-trabajo-a-tiempo-parcial

UN POCO DE LUZ SOBRE LA ECONOMÍA FEMINISTA

“Si vamos a crear un mundo auténticamente diferente, nuestras relaciones deberán estar basadas en el sostenimiento y enriquecimiento de la vida, más que en la acumulación del capital”

Vandana Shiva (2010)

La economía feminista ha adquirido en los últimos años una relevancia cada vez mayor o al menos se ha hecho más visible. Aún sigue siendo una gran desconocida, asociándose popularmente a movimientos políticos o sociales de izquierdas, progresistas,  que luchan contra el sistema capitalista, y es posible que así sea, pero es mucho más, ha introducido un enfoque de género en la economía, unas nuevas gafas con las que mirarla y analizarla,  generando una crítica feroz a la economía ortodoxa marcada por la visión masculina tan alineada con el capitalismo neoliberal en el que priman la producción de capital y bienes individuales y la competitividad de mercados. Sin embargo en España, podemos decir que la economía feminista se centra en la economía del cuidado y la sostenibilidad de la vida o la reproducción social y esto hace que se profundicen y exploren muchas de las desigualdades que viven las mujeres en el mercado de trabajo y que se proyectan y tienen consecuencias  en su vida personal, social y familiar.

En este sentido, me gustaría referirme a los planteamientos que realizan las economistas referentes Amaia Pérez Orozco e Ingrid Agenjo, sobre la economía feminista cuando dicen que es “una teoría económica y es también acción”. En la revista Contexto (CTXT), realizan un análisis bastante completo sobre lo que significa este enfoque que recomiendo leer con un artículo al que titulan “Economía feminista: viva, abierta y subversiva”. Y es que cuando hablamos de economía automáticamente nos vienen a la mente conceptos como dinero, mercados, productividad, valor económico, trabajo remunerado, y ciertamente poder, mucho poder. Y el poder económico está diseñado y creado desde el modelo homos economicus, androcéntrico, sobre el que cada vez más mujeres feministas, activistas, están trabajando para provocar un cambio hacia nuevos modelos donde se puedan superar este sesgo androcéntrico y se pueda aplicar la perspectiva feminista en la comprensión de los fenómenos económicos poniendo en el centro el análisis de los procesos que sostienen la vida. Es un cambio de paradigma que da valor a los cuidados, a los afectos, visibilizando la necesidad de implicar a hombres y mujeres en un nuevo modelo de sociedad que no se mueva al son de los mercados económicos. Es tarea ardua y complicada, pienso que los hombres tienen que estar liderando también ese cambio cultural que implica, tener mucha más presencia y reivindicar poner en el centro de todo la vida y otras necesidades que son fundamentales atender para lograr el bienestar, los cuidados, los afectos, los vínculos sociales y de relación, que también forman parte de la economía.

Me gustaría reseñar a referentes activistas de la economía feminista que están liderando esa acción de la que hablábamos antes, desde distintos ámbitos y realidades económicas, tales como la editorial Maime,  el colectivo Lannas , feminista ilustrada, o Periféricas;  y, desde la Economía social y solidaria que se alinea con la feminista, entidades como Desmontando a la Pili, Pandora Mirabilia, Equipare, Píkara Magazine, entre otras. Todas estas y muchas más, trabajan de forma activista para sumar esos granos de arena necesarios para provocar el cambio y romper desigualdades de género. Y en este camino, sin duda,  la llamada revolución de los afectos se `presenta como el elemento diferenciador de la economía feminista y solidaria con respecto a la economía patriarcal y capitalista, que se refleja en lo que la economista Cristina Carrasco expone con mucha claridad: “un sistema humano, que esté primero por la vida, que cuide a su población, que no plantee diferencias ni desigualdades por ninguno de los ejes que existen, sistema de reciprocidades, de afectos,…”.

Fuentes:

https://ctxt.es/es/20180502/Politica/19356/eonomia-fiminista-heteropatriarcado-genero-cuidados-ecologia-capitalismo-amaia-perez-orozco.htm