El ¿reconocimiento? del trabajo doméstico

En Argentina las mujeres pueden jubilarse a los 60 años aunque no hayan hecho aportes. Esto es así porque se ha reconocido el papel fundamental que juegan en el interior de los hogares. Entendiendo que una mujer que no ha realizado aportes a la Seguridad Social no significa que no haya trabajado nunca en su vida, solamente que no ha estado empleada. De esta forma, se reconoce de alguna manera el trabajo doméstico que las mujeres realizan.

Igualmente esto no es la panacea, ya que de las jubilaciones existentes, la de las amas de casa es la más baja. ¿Casualidad? De ninguna manera. Esto responde a que el trabajo que realizan las mujeres atendiendo al contrato social de género está considerado de forma inferior al trabajo (empleo) de los hombres, que es el que supuestamente genera riquezas, ya que es el remunerado.

En España sucede algo bastante similar con las pensiones de viudez, dentro del nivel contributivo, que es una pensión cobrada casi exclusivamente por mujeres, ya que son el 94,7%. Aunque en esta misma categoría cobran más que los hombres, son las pensiones más bajas del nivel contributivo, casi el 50% con respecto a las otras categorías, y la explicación creo que estaría dada en que acá directamente ni se reconoce que la mujer ha trabajado en su hogar mientras su esposo lo hacia fuera, lo que se reconoce es la dependencia que tenía la mujer frente a su marido, empleado, sustentador económico del hogar.

Lo que en definitiva está en juego es lo que desde la economía feminista se critica, esto es, un modelo económico sustentado y dirigido por y para los hombres, donde lo valorable es el empleo masculino en el ámbito público frente al trabajo femenino en el ámbito privado del hogar. Solamente de esta forma es explicable la situación de las mujeres en Argentina que cobran su jubilación mínima, aunque en cantidad de horas hayan trabajado más, como se ha demostrado en la gran mayoría de los estudios que analizan el uso del tiempo de las personas. Igualmente en el caso de las mujeres españolas que cobran la pensión de viudez, que cobran en relación a que el productivo era el esposo, ya que poseía un empleo en el que aportaba a la Seguridad Social.