El teletrabajo una oportunidad para la conciliación y el incremento de la corresponsabilidad en las tareas de cuidado.

En el último mes hemos escuchado hablar de teletrabajo en múltiples ocasiones, para muchas personas incluso la primera vez que ha oído hablar de este término que lo define la Organización Internacional del Trabajo (OIT en adelante) como “trabajo a distancia facilitado por las tecnologías de la información y las comunicaciones”.

La crisis generada por el Covid-19 y las medidas de confinamiento han puesto en práctica esta modalidad de trabajo desarrollada desde casa y la sociedad ha retomado el debate de teletrabajo si, teletrabajo no como una nueva alternativa. Muchos son los informes que hablan de las ventajas del mismo pero la realidad es que debemos analizarlo desde una perspectiva de género a ver si es igualmente eficaz para hombres y mujeres y si permite o mejora las relacionales y condiciones laborales de ambos, así como la conciliación.

Desde hace varios años en el mundo empresarial se ha estado hablado del teletrabajo como una oportunidad, por una parte, para los trabajadores conciliando la vida familiar y laborar, así como la mejora de la flexibilidad y la reducción de estrés y, por otra parte, para las empresas reduciendo costes y mejorando la productividad. La OIT argumenta en uno de sus documentos referente a “los derechos de las trabajadoras y la igualdad de género” que el teletrabajo es una oportunidad laborar para las mujeres, en especial para aquellas instruidas en los países en desarrollo, los nuevos empleos surgidos en este ámbito están desprovistos de estereotipos de género y suponen una vía de acceso a la igualdad de trato y de oportunidades para las mujeres, la preocupación es la falta de control y de supervisión de los derechos laborales.

Pero más allá de la creación de nuevos empleos en modalidad de teletrabajo, lo importante que nos interesa analizar es adaptar los trabajos tradicionales que puedan hacerlo a la modalidad de teletrabajo, esto permitiría la conciliación familiar, dedicarle el tiempo necesario a la familia, la educación de hijos, el tiempo a uno mismo, además incide en que la corresponsabilidad de los cuidados se pueda dar de mejor forma entre hombres y mujeres, pues permite organizar tu horario de trabajo y así atender las necesidades de menores o mayores a cargo, así como las tareas dentro del hogar.

Otra ventaja que se considera importante son los beneficios para el medio ambiente, la reducción de desplazamientos diarios y lo que ello conlleva de disminución de emisiones de gases contaminantes y la descongestión de las grandes ciudades con menos accidentes de tráfico.

Las desventajas también suponen un riesgo, pero las empresas deberían de formar en buenos hábitos para el teletrabajo evitando la fatiga y el sedentarismo, el no desconectar del trabajo, el control de rendimiento, evitar el aislamiento, reducir las diferencias sociales a causa de la brecha tecnológica.

Atendiendo a los datos facilitados por Eurostat en 2018, en la Unión Europea sólo un 5,2% del personal activo afirmaba trabajar normalmente desde casa, pero si analizamos los últimos diez años vemos que esta tasa no se ha incrementado mucho a pesar del incremento exponencial de las tecnologías. En España era solo el 4,3% de los trabajadores en 2018, ahora todo ha cambiado, la crisis del Covid-19 ha revolucionado los modos de trabajo y hasta el profesorado esta teletrabajando desde casa, una oportunidad forzada que nos ha dado la historia para poner a prueba la capacidad de adaptar nuestro mercado de trabajo a las nuevas tecnologías, mejorando la conciliación familiar y la corresponsabilidad en los cuidados entre hombres y mujeres tan importantes y necesarios en nuestra sociedad, las mujeres deben acceder al mercado de trabajo y desarrollar sus capacidades y aptitudes en plenitud sin el límite cultural androcéntrico de la responsabilidad, ajena al mundo laboral, que implican las tareas de cuidado.

Fuentes:

Foro Económico Mundial  https://es.weforum.org/agenda/2020/02/la-union-europea-le-da-la-espalda-al-teletrabajo-desde-casa/

ABC de los derechos de las trabajadoras y la igualdad de género Ginebra, Oficina Internacional del Trabajo, 2008 https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—dgreports/—gender/documents/publication/wcms_092707.pdf página 175.

Iberdrola https://www.iberdrola.com/talento/ventajas-y-desventajas-del-teletrabajo

Libertad Digital https://www.libertaddigital.com/profesionales/beneficios-del-teletrabajo-como-herramienta-de-conciliacion-y-mejora-de-la-rentabilidad-1276373718/

LA SEGREGACIÓN OCUPACIONAL. LA TRAMPA CONSTANTE.

Desde hace algunos años, la incorporación mayoritaria de las mujeres a los estudios superiores no sólo es una realidad, sino que además, se ha convertido en un indicador de progreso y avance de nuestra sociedad en general, y de las mujeres en particular. Y así es, en una primera lectura.

En un análisis más profundo, y enlazándolo con el mercado de trabajo, podemos observar que las mujeres, formadas o no, ocupan puestos en los mismos sectores (feminizados, y de menor valor social y económico), o en un sector lo hacen en los puestos más bajos. Es la segregación ocupacional de nuestro mercado de trabajo, que sigue una tendencia común a todos los países del área occidental, siguiendo el artículo de Maté García, Nava Antolín y Rodríguez Caballero, y que por resumir drásticamente podemos destacar varias conclusiones:

  1. Las ocupaciones calificadas como femeninas lo son cada vez en mayor grado, y con las masculinas ocurre otro tanto.
  2. Los contratos a tiempo parcial son ocupados en su mayoría por mujeres.
  3. Esta segregación también se da con mayor fuerza en empleos no cualificados, cualificados en los servicios y cualificados en la industria y construcción.

La realidad se apoya en diversas teorías. La Neoclásica se apoya en su análisis tanto en la oferta como en la demanda. Desde el punto de vista de la oferta, la división del trabajo en la familia determina que la mujer dedique más tiempo a la familia; en su formación, ésta tendrá menos incentivos, pues los costes de retirarse del mercado serán menores. Desde el punto de vista de la demanda, los empresarios tienen prejuicios que discriminan a las mujeres, pues la dedicación a la familia hace que éstos las perciban como menos productivas.

La Teoría de la Segmentación de los Mercados, señala un Mercado de Trabajo Dual, en el que se distingue entre Mercado Primario y Secundario. En el Primario, los empleos son estables, bien pagados, en buenas condiciones, con promociones profesionales adecuadas. En el Secundario, los empleos son inestables, mal pagados, en peores condiciones de trabajo, con escasas posibilidades de promoción. Como los varones ocuparán los empleos del mercado primario, porque no interrumpen su carrera, se ven favorecidos, mientras que las mujeres son excluidas del primario y van a parar al secundario dividiendo el mercado en ocupaciones masculinas y femeninas.

La Teoría Feminista estable esta segregación en factores ajenos al mercado de trabajo, pues traslada la subordinación de que tiene en la sociedad y en la familia a la ocupación. Los estereotipos sobre las mujeres y sus “habilidades” explican esta división en ocupaciones masculinas y femeninas.

Parece que la Teoría neoclásica se impone cuando vamos al mundo real, aunque combinado con la Teoría de la Segmentación. Sin embargo, el remedio está en las Teorías Feministas, que hablan de costes en la pérdida del talento femenino, de apuesta por las capacidades y no por el sexo…

Y si esto lo empezamos a aplicar desde la infancia y juventud, tenemos los buenos propósitos que alientan, como este video…