OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE CON PERSPECTIVA DE GÉNERO OBJETIVO 11: Ciudades y comunidades sostenibles

En 2015, la ONU aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, la Agenda cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible con 169 metas, que incluyen desde la eliminación de la pobreza hasta el combate al cambio climático, la educación, la igualdad de la mujer, la defensa del medio ambiente o el diseño de nuestras ciudades.

El PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) se posiciona para ayudar a implementar los Objetivos a través de nuestro trabajo en unos 170 países y territorios prestando apoyo a los gobiernos para que integren los ODS en sus planes y políticas nacionales de desarrollo. La consecución de los ODS requiere la colaboración de los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y los ciudadanos por igual.

La REDS (Red Española para el Desarrollo Sostenible) se crea para movilizar y sensibilizar a todos los agentes implicados para la consecución y cumplimiento de los ODS. La situación actual de España con respecto a los ODS es muy parecida a la del resto de países occidentales. España se mantiene en la posición 25 desde la última vez que se presentó el informe aunque mejoramos en el objetivo 5 (igualdad de género), el bajo número de investigadores y patentes, el aumento de la tasa de desempleo, el estancamiento de la ayuda oficial al desarrollo y la calidad del agua de los océanos nos siguen planteando retos a superar y mejorar para el 2030.

Para realizar un trabajo desde la perspectiva de género, salvaguardando el objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas, los 16 objetivos restantes deberían enfocarse con mirada de género, ya que si la principal labor de los ODS es erradicar las desigualdades (entre otros), la mitad de la población por el hecho de nacer mujer son discriminadas, sufriendo el doble de pobreza, de segmentación, de vulnerabilidad,…Para ello, voy a analizar un objetivo al azar para ver si incluye la perspectiva de género en sus metas, siendo el elegido el Objetivo 11: Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. Con llevar “inclusivos” en el título deberíamos pensar que la posición de las mujeres será eje central de las metas, pero sólo he encontrado tres de ellas que las incluyan. Se utiliza las expresiones de “prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad y estas son las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y las personas de edad”, con estas palabras deducimos que los ODS contemplan a las mujeres como un colectivo vulnerable a tener en cuenta y la pregunta es: ¿es un colectivo la mitad de la población mundial? Pero por otro lado el que se incluyan a las mujeres en metas específicas para superar Objetivos mundiales no es desconsiderado, sino que se atiende como un paso más  para la igualdad.

Las metas con perspectiva de género son la meta 11.2: la ampliación del transporte público, la 11.7: el acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles y la meta 11.7.2: proporción de personas que han sido víctimas de acoso físico o sexual en los últimos 12 meses.

Según un informe del UNFPA (Fondo de Población de Naciones Unidas) dentro del Objetivo 11, que prevee un aumento de la población de 1.000 millones de personas para el 2030 que vivan en ciudades, personas de derechos y  con acceso universal a los derechos sexuales y reproductivos prestando especial atención a los siguientes puntos que ponen el foco en las mujeres y niñas:

  • las mujeres y niñas pobres en las periferias son más vulnerables y tienen menos acceso a servicios de salud reproductiva, educación y seguridad.
  • Aumento de las migraciones, siendo el 50% mujeres y niñas, donde se observa;

·cada vez más las mujeres migran solas siendo víctimas de trata, violencia y explotación sexual.

·aumento de embarazos en migraciones

·mayoritariamente éstas migraciones acaban en ciudades y se enfrentan a obstáculos en sanidad y reproducción, superpoblación, transporte, hogar inseguro,…

En conclusión, se ve un esfuerzo por promover el bienestar y la sostenibilidad de las comunidades incluyendo la perspectiva de género y con el esfuerzo de todes podremos llegar lograr cambios.

http://www.conama2018.org/web/es/prensa/noticias/-en-los-ods-espana-tiene-17-indicadores-en-rojo-en-los-que-debe-hacer-un-gran-esfuerzo-.html

https://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals.html

El telar de las mujeres: estafa piramidal y feminismo ‘new age’

Enmarcado en el apartado de perspectivas y propuestas feministas o las economías feministas que apuestan por otras economías como las que Cristina Carrasco detalla en sus escritos, pero que el capitalismo utiliza como otra herramienta para  lucrarse sin tener en cuenta la lucha feminista sino que lo vende como merchandising del feminismo, como si éste fuese un producto más del mercado.

“Se disfraza de sororidad, de economía alternativa y de red de apoyo entre mujeres. Según sus difusoras, su objetivo es conformar un tejido solidario de mujeres que luche contra “el sistema financiero patriarcal” y permita a sus miembros mejorar su economía. Tras su éxito en Latinoamérica, el Telar comienza su expansión por España”.

Este es el encabezado de un artículo de la revista Pikara Magazine, revista que trata temas sociales, culturales y políticos con una mirada feminista. Son un grupo de periodistas, blogueras y estudiantes que construyeron un espacio donde pudieran comunicar desde una perspectiva feminista y que han pasado de ser una web a tener una revista en papel autoeditada que aporta una mirada crítica e interseccional del mundo que nos rodea, a la vez que  quieren ser útil siendo un agente más de transformación social que acompañe a los movimientos sociales difundiendo sus reivindicaciones, sus prácticas y sus alternativas al sistema capitalista y desde ésta última reivindicación presento éste artículo que desmonta la falsa idea de lucha feminista que vende la conocida estafa piramidal y donde la autora del artículo se introdujo en un telar para corroborar las sospechas de timo enmascarado de feminismo. Al igual que hacen las grandes marcas como Zara o Bershka que venden camisetas de Girl Power que se sostienen de mano de obra barata de mujeres precarizadas.

Para entender el “telar de las mujeres” hay que retrotraerse a los años ochenta en España donde el sistema de economía piramidal obtuvo su mayor auge a través de cadenas de cartas. Las invitaciones para formar parte de estas cadenas incluían instrucciones y un listado de nombres y cuentas corrientes. Si querías unirte a la pirámide, debías ingresar 5.000 pesetas a la primera persona de la lista y, con recibí en mano, dar otras 5.000 al amigo que te había invitado. A continuación debías difundirlo a familiares y conocidos eliminando al participante al que le habías hecho la transferencia y añadiéndote a ti al final de la lista y vuelta a empezar desde abajo donde en algún momento recibirías dinero de personas que quisieran participar en la pirámide y de cuya lista eras la primera. El dinero obtenido no era declarado con lo que suponía una microeconomía sumergida en negro, pero los sistemas piramidales tienen un crecimiento no sostenible: siempre acaban colapsando en un plazo de tiempo corto. Cuando el número de participantes deja de ser proporcional al número de personas en lista, decenas, cientos o incluso miles de miembros no llegan a ver ni un solo céntimo.

La versión perversa de esta estafa es el Telar de Mujeres porque se apropia de cierta terminología del feminismo y se disfraza de sororidad, de economía solidaria alternativa y de red de apoyo entre mujeres, pudiendo resultar atractiva para muchas. Para vender el telar se habla desde la horizontalidad y retorno a través de la idea de círculo. Cada telar está constituido, una vez se halla completo, por quince mujeres. En el centro está la llamada Mujer y por debajo de ésta hay dos mujeres a las que se denomina Tierra. En el siguiente nivel encontramos a las cuatro mujeres Viento y, finalmente, a las más desafortunadas, las Mujeres Fuego, que han de ser ocho. La mujer que se halla en el centro es la que va a recibir el dinero que la pirámide genere. Las mujeres tierra, mientras, se ocupan de vigilar la labor de las mujeres viento, que tienen la encomienda de invitar a más mujeres a formar parte del telar, para que éste se vaya nutriendo por la base y sus miembros vayan ascendiendo sucesivamente de nivel. La idea, según quienes lo difunden, es conformar un tejido solidario de mujeres, al margen de los bancos, que luche contra “el sistema financiero patriarcal” y permita a sus miembros mejorar su economía, asegurando que todas acabarán alcanzado la cúspide.

En el artículo se relata la experiencia en primera persona de la autora y cómo se desentraña toda la estafa y su lenguaje individualista que es lo contrario a una economía colaborativa o solidaria: no hay un intercambio equitativo de productos o servicios, sino una inversión inicial y la promesa de una gran ganancia posterior; no hay un interés por aumentar la calidad de vida de las clases más desfavorecidas tampoco una idea política de fondo que lo sustente, que ponga en valor lo colectivo o que priorice unos casos sobre otros: las mujeres de economías desahogadas lo tienen más fácil para lucrarse, mientras las precarias podrían quedar más empobrecidas.

Las parejas de lesbianas esquivan mejor la brecha salarial que las heterosexuales porque reparten más los cuidados

El artículo de «el diario.es» presentado el 1 de abril, es un estudio comparativo entre parejas heterosexuales y parejas de lesbianas realizado en Noruega, mientras que en España la brecha salarial que existe en el mercado de trabajo entre hombres y mujeres el 80% afecta a las mujeres que tienen hijos, mientras que a los hombres con las mismas características, sus salarios no se ven afectados. «Constata además que las lesbianas que son madres sufren menos esa penalización que las madres heterosexuales: en las relaciones de hombre y mujer los roles de género siguen marcando que el reparto de cuidados sea desigual y que sean ellas las que reduzcan empleo y salario, a corto y largo plazo».

En el estudio del modelo noruego las madres de parejas heterosexuales después de tener a su primer hijo, sus ingresos caen un 22%, media que persiste en el tiempo y no llega a recuperarse, mientras que sus compañeros varones no pierden ingresos. En las parejas de lesbianas, la mujer que da a luz pierde un 13% y su compañera un 5% de ingresos, pero la diferencia con la pareja heterosexual es que la mujer que pare en dos años alcanza a su compañera y después de cuatro años, con penalizaciones similares a las dos mujeres en sus ingresos, ambas recuperan el estatus antes del nacimiento del hije.

¿A qué se deben éstas diferencias? Tras descartar posibles respuestas, las investigadoras señalan que la mayor parte de la brecha de ingresos que se produce en las parejas heterosexuales se debe a preferencias y normas de género. En la pareja de lesbianas se dedican las dos al cuidado del hije y comparten la reducción de horas de manera similar.

Las respuestas que se dan desde las instituciones noruegas para disminuir las brechas existentes, entre otras, pasan por dos opciones; ampliar los permisos de paternidad y los servicios públicos de cuidados de menores, donde los segundos logran con mayor éxito reducir la brecha salarial.

En el caso español   los permisos de maternidad y de paternidad serán iguales, intransferibles y no necesariamente simultáneos entre ambos progenitores, las seis primeras semanas de maternidad y paternidad serán obligatorias tras el parto y la adopción, mientras que las diez restantes podrán tomarse en cualquier momento durante el primer año de vida del bebé. Hasta el mes de abril no se podrá disfrutar del permiso de paternidad, (o «segundos progenitores» en el caso de las parejas del mismo sexo) donde tendrán ocho semanas de permiso de paternidad con una previsión para el 2020 de una ampliación de doce semanas para que en 2021 llegue a las dieciséis semanas como la media de los países europeos, donde el caso de noruega los padres disponen de cuatro semanas en exclusiva. Si no utilizan ese permiso, lo pierden. Además, pueden repartir la baja maternal de un año entre ambos cónyuges. A eso se unen subsidios para los hombres para el cuidado de hijos y que ese permiso o baja se remunera con el 80% del salario. Si se acorta a 42 semanas el sueldo es del 100%. La consecuencia es que el 80% de los hombres noruegos toman esa baja para ocuparse de sus hijos.

En noruega todas las familias -independientemente de sus ingresos- reciben una ayuda económica que ronda los 100 euros mensuales por hijo. Además, a todos se les garantiza una plaza en guardería pública y, si ésta no estuviera disponible o los padres no quisieran hacer uso de ella, recibirían a cambio una compensación económica.

En España las guarderías pueden ser públicas o privadas, las públicas no son flexibles en sus horarios y tienen un número limitado de plazas, las tarifas se calculan en función de los ingresos y la situación familiar, precios que oscilan desde los 60 a los 200 euros mensuales. Mientras que las privadas pueden llegar a superar los 300 euros.

https://www.eldiario.es/economia/lesbianas_0_884011984.html