ESTADISTICAS, INVISIBILIDADES Y OTROS JUEGOS PERVERSOS.

El articulo de Carrasco y Mayordomo «Los modelos y estadísticas de empleo como construcción social: la encuesta de población activa y el sesgo de género», me ha permitido incorporar y reafirmar, en mi discurso vital, argumentos que hasta ahora no había podido respaldar con la rigurosidad científica que se nos exige a las mujeres, sobre todo cuando hablamos de «lo no oficial». Las autoras reconsideran el concepto de trabajo, pues señalan que a partir del siglo XX, dicho concepto, para los hombres no coincide necesariamente con el de las mujeres; o como el trabajo doméstico, realizado fundamentalmente por las mujeres, pasa a la esfera de la invisibilidad económica y del modelo productivo.

Si tomamos la EPA (Encuesta de Población Activa) como referente no sólo para conocer el mercado laboral, personas ocupadas, desempleadas, activas, etc, hemos de tener en cuenta que esta herramienta es mucho más que una fotografía más o menos real, porque es a partir de ésta de donde los poderes públicos diseñan sus estrategias de creación de empleo. Pero si en la EPA aparece que en España hay 10´5 millones de mujeres que «no trabajan» y que de éstas 5,2 millones se dedican al no trabajo de las «labores del hogar», no parece que esa fotografía nos muestre toda la realidad. Sin embargo, un hombre dedicado al «no trabajo» está desempleado… Curioso cuanto menos…

También las autoras son muy clarificadoras en su exposición sobre los términos Empleo y Desempleo, y de cómo se juega con los conceptos, para determinar, dependiendo del género, que dichos términos fueron pensados para un modelo económico en el que se eliminó la parte del soporte vital, afectivo y de cuidados que realizan las mujeres, y que por supuesto, no está presente, pues no está monetarizado.

Las propuestas que ponen sobre la mesa pasan por rehacer las estadísticas, para que sean inclusivas, para que de ellas podamos extraer información más completa, sin tanto sesgo de género, sobre todo porque, a partir de ahí, se podrían diseñar políticas que intervinieran en la población de forma más completa.

Para mi, ha sido uno de los mejores artículos que he leido en mucho tiempo, y os invito a su lectura…

P.D.: he intentado encontrar una imagen de mujeres invisibles, y todo lo que me sale en google son mujeres de comic con una estetica tan machista, que me abstengo de insertar  imagen alguna que reproduzca el estereotipo de las peliculas (escritas por hombres, para hombres, ya sea comic, ficción o cualquier otra irealidad). Las mujeres invisibles son muchas, son otras, y están en nuestras casas haciendo una labor impresionante y muy poco valorada socialmente.

LA SEGREGACIÓN OCUPACIONAL. LA TRAMPA CONSTANTE.

Desde hace algunos años, la incorporación mayoritaria de las mujeres a los estudios superiores no sólo es una realidad, sino que además, se ha convertido en un indicador de progreso y avance de nuestra sociedad en general, y de las mujeres en particular. Y así es, en una primera lectura.

En un análisis más profundo, y enlazándolo con el mercado de trabajo, podemos observar que las mujeres, formadas o no, ocupan puestos en los mismos sectores (feminizados, y de menor valor social y económico), o en un sector lo hacen en los puestos más bajos. Es la segregación ocupacional de nuestro mercado de trabajo, que sigue una tendencia común a todos los países del área occidental, siguiendo el artículo de Maté García, Nava Antolín y Rodríguez Caballero, y que por resumir drásticamente podemos destacar varias conclusiones:

  1. Las ocupaciones calificadas como femeninas lo son cada vez en mayor grado, y con las masculinas ocurre otro tanto.
  2. Los contratos a tiempo parcial son ocupados en su mayoría por mujeres.
  3. Esta segregación también se da con mayor fuerza en empleos no cualificados, cualificados en los servicios y cualificados en la industria y construcción.

La realidad se apoya en diversas teorías. La Neoclásica se apoya en su análisis tanto en la oferta como en la demanda. Desde el punto de vista de la oferta, la división del trabajo en la familia determina que la mujer dedique más tiempo a la familia; en su formación, ésta tendrá menos incentivos, pues los costes de retirarse del mercado serán menores. Desde el punto de vista de la demanda, los empresarios tienen prejuicios que discriminan a las mujeres, pues la dedicación a la familia hace que éstos las perciban como menos productivas.

La Teoría de la Segmentación de los Mercados, señala un Mercado de Trabajo Dual, en el que se distingue entre Mercado Primario y Secundario. En el Primario, los empleos son estables, bien pagados, en buenas condiciones, con promociones profesionales adecuadas. En el Secundario, los empleos son inestables, mal pagados, en peores condiciones de trabajo, con escasas posibilidades de promoción. Como los varones ocuparán los empleos del mercado primario, porque no interrumpen su carrera, se ven favorecidos, mientras que las mujeres son excluidas del primario y van a parar al secundario dividiendo el mercado en ocupaciones masculinas y femeninas.

La Teoría Feminista estable esta segregación en factores ajenos al mercado de trabajo, pues traslada la subordinación de que tiene en la sociedad y en la familia a la ocupación. Los estereotipos sobre las mujeres y sus “habilidades” explican esta división en ocupaciones masculinas y femeninas.

Parece que la Teoría neoclásica se impone cuando vamos al mundo real, aunque combinado con la Teoría de la Segmentación. Sin embargo, el remedio está en las Teorías Feministas, que hablan de costes en la pérdida del talento femenino, de apuesta por las capacidades y no por el sexo…

Y si esto lo empezamos a aplicar desde la infancia y juventud, tenemos los buenos propósitos que alientan, como este video…

La Construcción de la Igualdad

La semana pasada, en un curso de formación para personas desempleadas, impartiendo el módulo obligatorio de «Sensibilización en Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres», una alumna me trasladó que no sabía para qué servía el Ministerio de Igualdad.

¿Estaríamos mejor, igual o peor si no tuvieramos Ministerio de Igualdad?. Porque poner en duda este Ministerio, y no otros, es muy significativo.

Nadie se cuestiona la educación medioambiental (o su Ministerio). La concienciación ha calado en este ámbito, pero la defensa de la Igualdad es casi sancionada socialmente, o al menos despierta muchas susceptibilidades.

http://www.migualdad.es/ss/Satellite?c=Page&cid=1193049657073&language=cas_ES&pagename=MinisterioIgualdad%2FPage%2FMIGU_SinContenido

Y al mismo tiempo, se pone en evidencia una actitud personal de absoluta pasividad, en la que se espera que «el tema de la igualdad» lo resuelva la Administración, o el Gobierno.

La Igualdad, como los grandes conceptos (Libertad, Sociedad, Estado), es algo que construimos individualmente, con pequeñas acciones, en la educación igualitaria de nuestras criaturas, en nuestros empleos, denunciando situaciones discriminatorias tanto en retribuciones como en acoso sexual, contratos o economía sumergida; en la denuncia cuando presenciamos actos de violencia de género, o cuando los sufrimos directamente.

Y luego podremos exigir a las Administraciones, a los Gobiernos que cumplan con sus políticas, y si no lo hacen, pedirles responsabilidades. Las exigencias han de empezar por una misma, en nuestro dia a dia. Porque las enormes posibilidades que nos ofrece el Estado de Derecho, el Estado Social y Democrático de Derecho, es la construcción comunitaria a través de nuestras acciones personales, individuales. Es la participación la que genera cambios reales.

Y sobre todo, y ante todo, lo público como generador de bienestar social, es un paso más.  Es, como dice Cristina Carrasco, la Ciudadanía Social, «concebida como un factor de integración social, de reducción de las desigualdades, de legitimación de una socialdemocracia, que a la vez que garantiza unos derechos económicos y sociales, mantiene las diferencias ideológicas y de clases sociales.»

Os dejo un enlace a un video, que a pesar de estar en inglés, es muy ilustrativo…